Enfermedades de los gatos

3 pasos para darle un enema a tu gato en casa
La deshidratación, la mala alimentación y las bolas de pelo suelen causar estreñimiento en los gatos. Estas mascotas sufren de problemas digestivos tanto como los humanos. En este artículo, explicaremos cómo ayudar a tu gato, en concreto cómo administrar un enema correctamente. Si no hay un veterinario cerca, los dueños tendrán que encargarse de esto ellos mismos, y nuestras instrucciones paso a paso les serán de ayuda. ¿Cuándo debería un gato necesitar un enema para el estreñimiento? Leer más
7 animales que tienen sus propias villas, sirvientes y cuentas bancarias millonarias

No es raro que quienes han amasado una fortuna les dejen sus ahorros a sus mascotas. Este gesto demuestra un cariño genuino por ellas, dejando a todos perplejos.

Pastor alemán Gunther IV: 375 millones de dólares Leer más
3 vacunas importantes incluso para los gatos domésticos
Las enfermedades virales y fúngicas son igualmente peligrosas para gatos y humanos. Por lo tanto, es importante mantener a su mascota al día con sus vacunas y recordar administrarle las dosis de refuerzo.Leer más
Los primeros signos de la tiña en los gatos: cómo detectarla
La tiña felina (microsporia) es una enfermedad fúngica peligrosa para prácticamente todas las especies animales, incluidos los humanos. Los gatos que viven al aire libre son particularmente susceptibles. Los dueños deben reconocer las primeras señales de alerta y tomar las medidas adecuadas.Leer más
Otitis en gatos: síntomas, causas y métodos de tratamiento

La otitis en gatos es una de las enfermedades inflamatorias más comunes y su desarrollo se debe a diversos factores. Las infecciones de oído pueden ocurrir cuando entran objetos extraños en el conducto auditivo o cuando el oído está infestado de ácaros microscópicos, que causan picazón intensa.

En las primeras etapas de la enfermedad, los síntomas en los gatos son relativamente sutiles. Por lo tanto, la inflamación del oído en las mascotas puede ser difícil de reconocer. Los primeros signos de la enfermedad (cambios en el comportamiento y secreción) se detectan cuando la inflamación alcanza el oído interno. Si no se trata en esta etapa, a menudo se daña el tejido del oído interno y se producen otras complicaciones, que pueden provocar sordera total.