La tiña felina (microsporia) es una enfermedad fúngica peligrosa para prácticamente todas las especies animales, incluidos los humanos. Los gatos que viven al aire libre son particularmente susceptibles. Los dueños deben reconocer las primeras señales de alerta y tomar las medidas adecuadas.
Pérdida de cabello
Los gatos mudan el pelo periódicamente, lo cual es normal. Sin embargo, si su pelaje comienza a caerse profusamente fuera de la época de muda, esto debería alertar al dueño. En algunas zonas, el pelaje puede caerse a mechones.
parches de calvicie
Existen muchas afecciones cutáneas que pueden causar calvicie. La dermatitis y las alergias también pueden causar calvicie e inflamación localizada. Sin embargo, existen varios signos típicos que pueden ayudar a diferenciar la tiña de otras afecciones:
- Si el animal efectivamente ha contraído tiña, las zonas calvas tendrán un borde claro y una forma regular.
- En el caso del liquen, no hay signos evidentes de hinchazón en el sitio de la lesión, a diferencia de lo que ocurre con la misma alergia.
El gato se rasca a menudo.
Existen varios tipos de liquen, siendo la tiña la más común en gatos. La microsporia se caracteriza por picazón moderada. Si un gato tiene liquen plano o liquen rosado, la picazón puede ser bastante intensa.
¿Cómo se diagnostica la tiña en las clínicas veterinarias?
Para evitar adivinar qué enfermedad ha contraído tu gato, lo mejor es contactar con un especialista competente en una clínica veterinaria.
El método más común para diagnosticar la microsporia en las clínicas es una lámpara ultravioleta especial, también conocida como lámpara de Wood. Si su mascota tiene tiña, las zonas afectadas brillarán con un color verde característico al examinarlas bajo la lámpara. Sin embargo, esta prueba no proporciona un resultado completamente preciso, por lo que es mejor utilizar métodos más detallados.
Uno de los métodos más precisos es el cultivo en medios especiales. Para ello, se toma un raspado de la zona afectada.
Un microscopio también puede detectar esporas de hongos en el pelaje de un animal enfermo. La detección de esporas es suficiente para un diagnóstico correcto.
La microsporia es una enfermedad grave que se transmite fácilmente a los humanos. Los niños corren un riesgo especial. La automedicación está estrictamente prohibida.



