En Canadá, científicos capturaron imágenes de un narval en una manada de belugas. Es probable que el narval haya entrado en contacto con las ballenas siendo muy joven. De joven, se parecían mucho, por lo que las ballenas lo aceptaron como uno de los suyos.
En el río San Lorenzo (Canadá), científicos capturaron imágenes de ballenas beluga, incluyendo un narval adulto. Según uno de los investigadores, el comportamiento del narval no difería del de las belugas, quienes, a su vez, lo trataban como a una ballena más.
Lo más probable es que el narval llegara a las ballenas siendo un cachorro muy pequeño. Dado que los narvales jóvenes se parecen mucho a las pequeñas ballenas beluga, lo confundieron con uno de ellos.
Además, este narval no simplemente nadaba entre las belugas, sino que las seguía hacia el sur, donde los narvales normalmente no nadan.
También resultó que este no era el único caso de un narval entre belugas. Esto se había observado dos años antes y, a juzgar por el color del narval, se trataba del mismo individuo visto recientemente.
Aunque este narval ya ha alcanzado la madurez y posee un pelaje oscuro y un gran cuerno, sus diferencias no preocupan a las belugas. Este fenómeno ha dado que pensar a los científicos. El Ártico se está calentando y, debido al cambio climático, narvales y ballenas se cruzarán cada vez más. Quizás en el futuro, incluso podamos ver un híbrido entre narval y beluga.




