Un perro en casa está bien, pero dos... ¿mejor aún? ¿O sería un desastre? Los perros pueden convertirse en amigos o enemigos; su relación dependerá de muchos factores. Pero al decidir tener una segunda mascota, uno debe guiarse no por las emociones, sino por el sentido común.
No hay nada raro ni malo en querer otro perro (y a veces las circunstancias hacen que la elección sea limitada). Sin embargo, debes ser realista sobre tus capacidades: necesitarás un enfoque equilibrado para entrenarlos. Por ejemplo, ambos animales pueden molestarse mutuamente jugando o ladrando; manejar incluso un solo perro puede ser un desafío para su dueño, y con dos, la tarea puede parecer absolutamente imposible.
En este artículo, exploraremos los pros y contras de tener dos perros en casa, cómo elegir la raza adecuada, presentarlos y asegurarnos de que vivan cómodamente en el mismo espacio.
Contenido
Segundo perro: ventajas y desventajas
Las principales ventajas de tener dos perros en casa:
- No se dejarán aburrir. Juntos, los perros se divertirán más y su dueño se sentirá más a gusto.
- El nivel de socialización aumentará e incluso el carácter del animal puede cambiar para mejor.
- Mejorar el bienestar físico y emocional de los perros: se sienten más cómodos jugando juntos tanto en casa como en los paseos.
Solo hay una desventaja, pero es importante. Si los perros no se llevan bien, en lugar de jugar juntos, acabarán teniendo conflictos constantes y un ambiente tenso en el apartamento.
Al elegir tener dos perros a la vez, es importante comprender que sus condiciones de vida deben ser propicias para ello. Una casa particular con jardín es ideal. Si vive en un apartamento, este debe ser espacioso.
En cuanto a la máxima de "más diversión juntos", todo depende de la raza del perro. De hecho, algunas mascotas no toleran bien la separación (por ejemplo, si su dueño está en el trabajo todo el día); pueden quejarse y sufrir en su ausencia. Otras, en cambio, toleran perfectamente la soledad; prefieren vivir solas, pero no compartir recursos (incluida la atención de su dueño) con otro perro.
Nunca puedes estar seguro de qué tan bien se llevarán tus mascotas, pero puedes adivinarlo en función de:
- razas;
- edad;
- género;
- tamaño;
- hora de aparición en el apartamento;
- carácter y temperamento.
Veamos con más detalle qué perros pueden ser nuestros amigos y cuáles no merece la pena ni siquiera intentarlo.
Lea también: Las mejores razas de perros para apartamentos.
¿Qué raza y género son mejores para compartir?
Entonces, el primer factor importante es la raza.
Hay algunas razas que se llevan bien con otras. Estos incluyen:
- perro perdiguero de oro;
- spaniel;
- doguillo;
- caniche;
- beagle;
- Bulldog francés;
- Corgi.
Todas estas razas se distinguen por un carácter equilibrado y tranquilo. Esto no significa que no haya celos, pero no hay que preocuparse por conflictos importantes.
Mucha gente cree que es mejor tener un perro de la misma raza: les facilitará la convivencia. Pero, insisto, todo depende de las características de la raza; si los animales son conocidos por ser peleadores y agresivos, tener un compañero de piso con la misma personalidad sería un gran error. A veces, por el contrario, los perros no suelen socializar con los de su misma especie.
Tamaño
Hay dos opciones: o animales de aproximadamente el mismo tamaño, o un perro grande de carácter tranquilo con un perro más pequeño.
Piso
La peor opción es tener dos perros machos juntos, ya que competirán por el territorio y la atención del dueño. Este problema se puede solucionar parcialmente castrando a los machos. Lo mejor es tener perros de diferente sexo (pero la hembra deberá ser esterilizada o separada durante el celo) o dos hembras.
Edad
Mucha gente prefiere adoptar perros de la misma edad, creyendo que comparten intereses comunes. Sin embargo, esto no es del todo cierto: es muy probable que haya competencia entre perros de la misma edad, especialmente si uno lleva mucho tiempo con el perro y el otro es nuevo en casa. Una gran diferencia de edad tampoco es ideal. Lo ideal es que un perro sea 4 o 5 años mayor que el otro.
Hora de aparición en el apartamento
A un perro que llegó primero al apartamento le costará mucho más aceptar la llegada de un rival. Se pondrá celoso, podría marcar su territorio y hará todo lo posible por mantener al extraño en su lugar. Sin embargo, si ambos perros llegaron al mismo tiempo (o han vivido con usted desde su nacimiento), habrá menos problemas.
Si un perro tiene un cachorro de su camada, desarrollará una relación con el perro adulto desde la infancia: aprenderá las reglas de comportamiento y no habrá conflictos.
La naturaleza y el nivel de socialización
Incluso perros de la misma raza pueden tener personalidades diferentes. Depende del dueño determinar qué tan bien socializa su mascota, cómo interactúa con otros perros y si es propenso a la agresividad. Algunos perros melancólicos toleran bien la soledad, y la llegada de un "vecino" puede ser devastadora.
Cómo presentar un cachorro a un perro adulto
Hablemos de una situación común en la que se presenta un cachorro a un perro mayor o de mediana edad.
Los perros son animales sociales y generalmente se llevan bien con otros de su especie. Sin embargo, si llega una nueva mascota a casa, las reacciones pueden ser impredecibles. Mucho dependerá de la raza, la personalidad y la socialización. Planifique con antelación las presentaciones y la integración del nuevo animal.
Etapa preparatoria
En esta etapa, debe asegurarse de que ambos perros estén vacunados y desparasitados. Asegúrese de proporcionar a cada uno su propio comedero, cama, correa, etc. Considere separarlos en habitaciones separadas inmediatamente después de su primer encuentro.
Primera reunión
El perro mayor debe estar bien alimentado, sano y haber paseado bien antes del primer encuentro. Ten a mano sus juguetes y golosinas favoritas. Sin embargo, es mejor que la presentación se realice en un lugar neutral cerca de la casa, por ejemplo, un parque o un jardín. Idealmente, este lugar no debe ser familiar para ambos perros, para que se lleven bien.
Controle a ambos perros sujetándolos con correas, pero sin apretarlos demasiado. Manténgase cerca. El otro perro debería poder alejarse o esconderse, pero es mejor no levantarlo. Deje que se huelan.
El comportamiento del dueño es un factor muy importante. Debes demostrar calma y confianza, ya que él puede percibir tu estado de ánimo. Un perro mayor puede comportarse de forma diferente: gruñir, empezar a jugar o ignorar a un perro más pequeño. En caso de agresión manifiesta, separa a los perros inmediatamente.
Luego, dirígete a la casa. Una vez dentro, suelta al perro mayor. Mantén al otro perro con correa por ahora y vigílalos a ambos. Es mejor no dejarlos solos durante las primeras horas o fomentar la amistad. Lo ideal es separar a los perros en habitaciones diferentes. Asegúrate de seguir todas las rutinas habituales, pero involucra al cachorro siempre que sea posible.
Mayor socialización
Esté especialmente atento en situaciones en las que su perro pueda tener motivos para ser agresivo (por ejemplo, si tiene visitas). Es importante que cada perro reciba la misma atención, tiempo y trato. El perro mayor no debe notar que el trato ha empeorado o se ha vuelto más severo, de lo contrario, empezará a ver al cachorro como competencia. Tiempo y recursos: todo debe compartirse equitativamente.
Es recomendable pasar al menos un rato con cada perro por separado: esto ayudará al cachorro a desarrollar un vínculo con su nuevo dueño y evitará que el perro mayor se sienta excluido. Cuando esté con ambos animales a la vez, intente inculcarles habilidades de comunicación adecuadas y corregir cualquier comportamiento indeseable.
Es importante que cada perro coma de su propio plato, por lo que deben estar separados. En cuanto a la jerarquía, el perro mayor tiene prioridad: su plato debe llenarse primero, sus patas deben lavarse primero después de un paseo, etc. A menudo, un cachorro percibe el olor del perro mayor poniéndole un collar o secándolo con una toalla después de que este haga sus necesidades.
Integrar un cachorro en una familia con un perro adulto requiere tiempo y paciencia. La relación entre ambos animales probablemente no será perfecta desde el primer día. Pero con el enfoque adecuado, los dueños pueden facilitar el proceso de adaptación y crear condiciones para una convivencia pacífica.
Los perros adultos rara vez muestran agresión hacia los cachorros; pueden surgir problemas cuando un cachorro crece y comienza a reclamar dominio.
Un segundo perro en el apartamento: consejos y trucos
Antes de traer un segundo perro a su apartamento o casa, tenga en cuenta algunos puntos importantes:
- Si no tienes tiempo para tu perro, no consigas otro, ya que podría sentirse solo. Ten en cuenta que dos perros requerirán más tiempo de tu parte: no podrás mantenerlos concentrados el uno en el otro y minimizarás tu participación.
- Prepárese para un aumento de gastos, incluidos los de tratamiento.
- El juego entre huskies, bulldogs y fox terriers puede ser bastante brusco. Se muerden o se dan cabezazos. Esto no siempre indica agresión y requiere aislamiento. A veces basta con distraer a los animales y desviar su atención, pero no se apresure a separarlos: podría tener el efecto contrario y provocar agresión hacia usted.
- Sin embargo, existe el riesgo de que los perros (incluso del mismo sexo) peleen con frecuencia, y sólo un adiestrador de perros puede solucionar este problema.
- Dejado solo, La mayoría de las veces los perros duermenPero si les dejas juguetes, especialmente aquellos que se pueden masticar, puede surgir una pelea.
- Tenga cuidado con las golosinas. Aunque suelen dárselas a las mascotas durante el entrenamiento, también pueden causar conflictos en casa.
Decidir tener un segundo perro es un gran paso. Requiere paciencia y la voluntad de esforzarse para establecer una relación amistosa entre las mascotas. Es recomendable hablar con un adiestrador de perros con antelación para planificar la llegada de una segunda mascota. Elija la raza y el sexo con cuidado, y planifique el primer encuentro con cuidado para garantizar un encuentro sin estrés y un vínculo oportuno entre los animales.
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