Señales de la cola del gato que te ayudarán a comprender mejor el estado de ánimo de tu mascota

Incluso al dueño más cariñoso y atento le resulta difícil evaluar el estado de ánimo de su peludo compañero. Sin embargo, evaluar el estado de ánimo de un gato no es tan difícil. Basta con prestar atención a los movimientos del animal, la posición de la cola y la postura del cuerpo. Estas observaciones pueden revelar mucho sobre qué esperar de su querida mascota en cualquier momento.

Aumentó

Aumentó

La cola de un gato, levantada y a veces ligeramente curvada en el extremo, es una señal del llamado "saludo".

Esto lo demuestran a menudo las mascotas al encontrarse con personas conocidas, en cuya compañía se sienten seguros y tranquilos. Podría decirse que, de esta manera, los gatos, en la medida de lo posible, expresan su alegría al conocer e interactuar con humanos.

El animal establece contacto fácilmente, experimentando emociones positivas y una actitud amistosa. Probablemente espera algún tipo de respuesta de la persona, como una golosina o un juego.

Esponjoso

Esponjoso

Una señal de miedo, ansiedad y preocupación en los gatos es tener la cola erizada, ligeramente levantada en relación con el cuerpo. El pelaje erizado indica a un adversario que el animal está preparado para defenderse si es necesario.

Un gato, involuntariamente, experimentando una sensación de peligro o anticipando un ataque en su dirección, intenta visualmente hacerse cada vez más grande a los ojos de un oponente para evitar un posible ataque del enemigo.

Si el animal continúa sintiéndose amenazado, su estado, dependiendo de su propio temperamento y de las acciones de su oponente, puede transformarse literalmente en unos instantes en un deseo de huir del peligro y esconderse, o en la necesidad de atacar primero.

Montado horizontalmente

Montado horizontalmente

Un gato con sentimientos ambivalentes, tenso e hiperconcentrado, estira el cuerpo lo máximo posible, recogiendo la cola. Una cola ligeramente contraída, alineada con el cuerpo, transmite ansiedad e inseguridad.

La mascota está confundida e incapaz de evaluar su entorno. Sin embargo, esto solo tomará unos segundos. Es posible que reaccione de forma inesperada, brusca y no siempre favorable.

Para evitarlo, el propietario debe intentar inmediatamente mostrar su afecto y simpatía hacia el animal, convenciéndolo de la inocuidad de sus intenciones.

Con una entonación suave, una voz agradable y tranquila y movimientos suaves, puedes relajar y distraer a tu mascota, haciéndole saber que no hay ninguna fuente de amenaza cerca.

Movimiento lento

Movimiento lento

El movimiento lento de la cola de un lado a otro, la mirada entrecerrada, los movimientos suaves del cuerpo, alternados con la congelación total del animal, son señales de que la mascota está extremadamente irritada y claramente incómoda con lo que sucede a su alrededor.

La causa de tal reacción emocional en un gato pueden ser sonidos fuertes, movimientos desagradables o toques humanos.

Curvado hacia abajo

Curvado hacia abajo

La cola de un gato, curvada en arco y ligeramente bajada, parecida a una "U" invertida, indica que el animal se está preparando para tomar una posición defensiva.

Si el gato comienza a moverse suavemente, lateralmente, hacia la fuente de peligro visible, tenga en cuenta que la postura defensiva y el estado de tensión se transformarán rápidamente en agresión defensiva, y el animal temperamental puede comenzar a atacar bruscamente.

Golpes rítmicos a los lados

Golpes rítmicos a los lados

Un movimiento brusco y nervioso de la cola de un lado a otro indica que el gato está sufriendo una irritación grave.

Se trata de una especie de advertencia de que si la fuente de negatividad no abandona pronto el espacio personal del animal, la mascota se verá obligada a asestarle un golpe de advertencia.

El gato no es agresivo y no tiene ningún deseo particular de atacar al enemigo en este momento. Pero las circunstancias no le dejan otra opción, pues está seriamente preocupado por eliminar la fuente de irritación.

Atrapado entre las piernas

Atrapado entre las piernas

La cola de un gato bajada y metida entre sus patas traseras es un signo evidente de un miedo incontrolable al que el animal no es capaz de resistir.

Escapar se convierte en la única opción que el gato puede considerar en ese momento para salvarse. En menos de un segundo, la mascota correrá a esconderse y permanecerá oculta durante mucho tiempo.

Normalmente, este comportamiento es característico de animales inseguros que a menudo han experimentado ira humana y violencia física.

Prevenir este comportamiento en estos animales es imposible, ni con persuasión ni con premios. Es instintivo. Solo la compasión paciente y el apoyo a largo plazo pueden superar la situación y restaurar la fe del animal en los humanos.

Sin embargo, incluso los animales rehabilitados conservan durante mucho tiempo la inusual costumbre de bajar y meter la cola debajo de sí mismos, como símbolo de sumisión y entrega incondicional a la fuerza humana.

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