Los gatos son considerados, con razón, las mascotas más misteriosas. Su comportamiento a veces es muy difícil de explicar. Esta criatura independiente pero cariñosa tiene muchos hábitos extraños. Uno de ellos es la necesidad frecuente de dormir a los pies de su dueño. ¿Se trata de apego a su dueño, de un deseo de recordarle su presencia o simplemente de cariño por una cama o un sofá mullidos?
Peculiaridades del sueño de los gatos
En la naturaleza, los gatos son depredadores. Prefieren dormir la siesta durante el día y cazar por la noche. En un apartamento, estas mascotas suelen adaptarse al horario de sus dueños y dormir con ellos. El sueño de estos animales tiene sus propias características:
- A los gatos les encanta dormir, un promedio de 16 horas al día. Sin embargo, los investigadores señalan que esto es típico de las razas menos activas.
- El sueño de un animal puede ser somnoliento o profundo. Cuando un gato dormita, está listo para despertar en cualquier momento; durante este tipo de sueño, sus bigotes y párpados se contraen constantemente.
- Durante el sueño profundo, un animal está relajado y tranquilo. Esto solo ocurre en un lugar seguro.
¿Por qué duermen a los pies?
Desde un punto de vista científico, existen varias teorías:
- Así expresan su amor hacia su dueño. Es un punto de vista romántico, pero los gatos valoran mucho su independencia, y esto no es una demostración de sumisión.
- Neutraliza la energía negativa que se acumula en una persona.
- A menudo tratan dolores en las piernas. Sin embargo, esto también se aplica a otras partes del cuerpo humano: las rayas suelen aparecer en el pecho del propietario o en algún lugar cercano.
Otros lugares para dormir
Si por alguna razón no te gusta o no puedes dormir con tu mascota (alergias, sonambulismo, sueño intranquilo o nervioso), busca otro lugar para ella. Averigua dónde más le gusta dormir a tu familiar de cuatro patas. Probablemente sea un lugar elevado y cálido, desde donde pueda, mentalmente, monitorear la situación y detectar rápidamente el peligro. Podría ser un alféizar junto a un radiador, una otomana, una mesita de noche baja o incluso un taburete.
Si esto no te molesta, no molestes a tu peludo amigo que duerme a tus pies. Al fin y al cabo, tiene derecho a algunos deseos. Y, aun así, te quiere, solo que a menudo lo oculta.





