Muchos amantes de los gatos simplemente no pueden imaginar la vida sin estos peludos ronroneos en casa. Los gatos se convierten en verdaderos miembros de la familia. Sus dueños les compran sus propios platos, camas y juguetes, pero a veces sus mascotas se comportan de forma muy extraña. Prefieren jugar con cajas vacías y dormir a los pies de sus dueños en lugar de en una casa acogedora. Hay varias explicaciones para este comportamiento.
Versión energética
Los gatos pasan la mayor parte del día durmiendo. Los dueños suelen comentar que sus peludos amigos duermen en su cama, acomodándose a sus pies en lugar de en cualquier otro lugar. Existen varias teorías sobre este comportamiento.
La primera teoría es energética. Los expertos en bioenergética creen que las personas absorben energía cósmica a través de la cabeza, la cual se extiende por todo el cuerpo. A medida que la energía fluye de arriba a abajo, parte de ella pierde su carga positiva y se vuelve negativa. Toda la energía negativa sale por las piernas.
Se cree que los gatos se alimentan de energía negativa. Son capaces de transformarla en energía positiva sin perjudicar su salud. Dado que son animales muy sensibles, intuitivamente localizan zonas de energía negativa en el cuerpo humano y las purifican. Según expertos en bioenergética, la mayor acumulación de energía negativa en los humanos se localiza en los pies, por lo que los gatos prefieren anidar allí. Gracias a su capacidad para absorber la negatividad, los gatos sanan las zonas dañadas del aura de una persona, restaurando así el campo energético.
Amor al calor
Veterinarios y zoólogos ofrecen otra explicación de por qué los gatos prefieren dormir a los pies de sus dueños en lugar de en una cama mullida. Los expertos creen que este comportamiento se debe a que los gatos anhelan calor y, en busca del lugar más cómodo, se dirigen a la cama de su dueño.
De hecho, los gatos son animales muy calentitos. Buscan constantemente un lugar cálido y apartado para descansar. En invierno, es frecuente verlos tumbados sobre radiadores. Muchos dueños incluso les colocan hamacas especiales para que duerman en un lugar cálido. Aunque los gatos pueden tumbarse cerca de un radiador, en el alféizar de una ventana o incluso en una silla, eligen su lugar para dormir con más cuidado.
Como los gatos se quedan prácticamente inmóviles al caer en un sueño profundo, intentan buscar con antelación un lugar seco, cálido y acogedor. En la mayoría de los casos, no hay mejor opción que acurrucarse junto a los pies de su dueño en su suave cama. Los gatitos jóvenes, que aún no se han adaptado del todo al mundo sin su madre gata, intentan encontrar el lugar más seguro posible. Acostarse a los pies de una persona, por ejemplo, es una forma de que los gatitos se sientan seguros.
Identificación de zonas dolorosas
Desde la antigüedad, se ha creído que los gatos son excelentes sanadores. Son capaces de localizar las zonas doloridas del cuerpo de su dueño y, al posarse cerca, sanarlas. Algunos creen en este tipo de medicina alternativa, mientras que otros, por el contrario, consideran estas suposiciones una fantasía sin fundamento científico.
Desde una perspectiva médica, esta teoría se explica por el hecho de que, durante el desarrollo de una enfermedad en el cuerpo humano, suele observarse un proceso inflamatorio asociado a un aumento de la temperatura corporal. Dado que los gatos son muy sensibles y reaccionan inmediatamente al calor, pueden encontrar estas zonas en el cuerpo de su dueño y posarse cerca de ellas. Por lo tanto, si un gato se posa cerca de los pies de su dueño, es posible que exista un problema de salud en esa zona en particular, aunque también pueden encontrar otros lugares cerca de la persona.
