Los niños se dejan engañar y asustar con facilidad. Aceptan mucha desinformación como si fuera real. De adultos, muchos siguen creyendo las fábulas que escucharon de niños. Me gustaría desmentir algunos de estos mitos para ayudarnos a aprender un poco más sobre el mundo que nos rodea.
Una serpiente de cascabel suena antes de atacar.
La gente le teme a las serpientes. Para mitigar su miedo, inventaron la leyenda de que las serpientes de cascabel avisan de sus ataques vibrando sus colas, emitiendo un sonido. Sin embargo, en casi el 100% de los ataques, los reptiles no emitían ningún sonido. Permanecían en silencio y pasaban completamente desapercibidas para sus presas. Los científicos han demostrado que las serpientes solo "sacuden" sus colas cuando están extremadamente asustadas, indicando así que están listas para defenderse.
Tocar sapos provoca el crecimiento de verrugas.
Una verruga es una capa de epitelio que crece demasiado. La causa principal es el virus del papiloma humano. Solo se transmite por contacto con personas infectadas. El mito de los sapos y las ranas probablemente fue inventado por personas aprensivas que no querían que sus hijos entraran en contacto con anfibios viscosos.
Una jirafa tiene muchas vértebras cervicales.
La longitud del cuello de una jirafa depende de su hábitat y de su necesidad de alcanzar las hojas suculentas de los árboles altos. Una jirafa, como cualquier otro mamífero, tiene solo siete vértebras cervicales. Si bien difieren en forma y peso de las de los humanos, su número se mantiene constante.
La música pone a la serpiente en trance.
Las serpientes son sordas. Claro que no pueden oír música. Estos reptiles pueden detectar vibraciones en el suelo, por eso los encantadores de serpientes siempre golpean la cesta que contiene al animal antes de la función. Durante toda la función, la persona se balancea de un lado a otro, y la serpiente observa, aparentemente fascinada por la actuación.
El guepardo es el animal más rápido del mundo.
El guepardo puede alcanzar velocidades de hasta 120 km/h. Si bien no es un velocista, puede atrapar presas a una distancia de 400 m.
Hablando de vida marina, el pez espada, que puede alcanzar velocidades de hasta 130 km/h, es capaz de ganar una carrera incluso a un guepardo.
Pero hay un ave que puede superar fácilmente a cualquier animal o pez: el halcón peregrino. Al cazar, puede lanzarse en picado, alcanzando velocidades de hasta 390 km/h.
Los hipopótamos son torpes
Este enorme animal (de hasta 4500 kg) suele desplazarse lentamente por tierra, moviendo las patas con pereza. Sin embargo, cuando se siente amenazado, puede correr a velocidades de hasta 48 km/h.
El avestruz esconde la cabeza en la arena por miedo.
Un poco de lógica basta para desmentir este absurdo mito. Si un ave intentara esconderse de un depredador de esa manera, la especie se habría extinguido hace mucho tiempo. La naturaleza ha encontrado una solución más eficiente. Los avestruces son veloces corredores, alcanzando velocidades de hasta 70 km/h (43 mph), y pueden superar fácilmente a casi cualquier depredador. Si eso falla, esta enorme ave sabe cómo luchar y puede defenderse fácilmente de un atacante.
Las liebres son cobardes
Todos conocemos la historia de la liebre cobarde desde la infancia. Las liebres no se precipitan ante el peligro, no cazan a otras criaturas del bosque y prefieren esconderse, pero eso no significa que le tengan miedo a todo. Son inteligentes y astutas: ocultan hábilmente sus huellas. Si un depredador las acorrala, la "pequeña cobarde" contraataca furiosamente con sus poderosas patas traseras. A pesar de carecer de colmillos, sus mordeduras son siempre profundas y dolorosas. Los cazadores experimentados dicen que incluso un zorro es mucho más fácil de atrapar con las manos que una liebre pequeña.
A los toros les irrita el color rojo.
Todo el ganado es daltónico por naturaleza. Los toros reaccionan no al color, sino a un objeto en movimiento que representa una amenaza. Los matadores españoles visten capas y ropas rojas para disimular la sangre que abunda en la arena.
Los elefantes tienen la piel gruesa
A pesar de que la piel de estos enormes animales tiene casi 2,5 cm de grosor, es suave y sensible. Se rasguña o corta con facilidad. Casi no tiene pelo ni glándulas sebáceas, por lo que los elefantes se rocían constantemente con agua para refrescarse.
Hay muchos mitos y leyendas en el mundo. No todos tienen una explicación científica. No les mientas ni les asustes. Lo mejor es dejar que exploren el mundo que los rodea para que aprendan sobre la seguridad de las ranas y la valentía de los conejitos.












