Hasta hace poco, la rabia se conocía como hidrofobia. Los síntomas de la rabia en los perros no siempre son claros ni evidentes para la persona promedio.
Los síntomas de la rabia no siempre aparecen en las primeras etapas de la enfermedad, por lo que los dueños de perros deben estar atentos a cualquier cambio en el comportamiento de su perro.
La etapa prodrómica de tres días se caracteriza por la apatía. El animal se esconde y no responde, pero también puede acurrucarse cerca de las personas, liberando una cantidad importante de virus.
La etapa maníaca se caracteriza por una agresión desmotivada. El animal pierde el sentido de control y puede morder al dueño o a otras personas.
En ocasiones se acompaña de signos de parálisis laríngea, por lo que el perro es capaz de emitir sonidos como aullidos.
Más cerca de la etapa paralítica, el perro experimenta salivación de distintos grados de intensidad.
En una forma atípica de rabia, una mascota de cuatro patas puede comer cualquier objeto no comestible.
La fase paralítica se acompaña de parálisis de las extremidades traseras, miedo al agua, agotamiento, coma y muerte.
La rabia es una enfermedad mortal. La infección se produce exclusivamente por contacto con un perro, por lo que es crucial identificarla rápidamente en los animales.










