Un zoopsicólogo es un especialista que estudia la naturaleza del comportamiento animal y trabaja para corregirlo. Su objetivo principal es establecer una buena relación y un entendimiento mutuo entre la mascota y su dueño.
¿En qué casos es necesaria la ayuda de un zoopsicólogo?
Los animales experimentan estrés, pero no pueden expresarlo con palabras. El estrés tras la separación de su dueño o un cambio de entorno puede manifestarse en comportamiento destructivo. Los dueños a menudo no logran establecer un vínculo con su mascota ni brindarle un entrenamiento adecuado. Esto requiere ayuda profesional.
Los problemas de conducta se presentan principalmente en perros. Los dueños suelen confundir a los entrenadores caninos con psicólogos veterinarios. Un entrenador canino entrena a los perros e inculca la obediencia instintivamente. Un psicólogo veterinario estudia las motivaciones de las acciones de una mascota, la entrena y corrige su comportamiento.
Se recomienda contactar con un zoopsicólogo en los siguientes casos:
- Agresión de mascotas hacia el dueño, miembros de la familia y otros animales.
- Daños a la propiedad, problemas con el baño.
- Timidez excesiva de la mascota.
- Enfermedades de origen no fisiológico. La principal causa de problemas de salud en animales, al igual que en humanos, es el estrés. Un zoopsicólogo identifica el origen y ayuda a aliviar el trastorno.
- Problemas de adaptación en animales sacados de refugios o de la calle.
- Elegir una mascota. Un zoopsicólogo le ayudará a elegir la raza adecuada según el temperamento y las preferencias de su futuro dueño.
Cómo elegir al psicólogo animal adecuado
La psicología animal es un campo nuevo en la medicina veterinaria. Por ello, han aparecido en línea numerosos estafadores que se hacen pasar por profesionales. Al elegir un psicólogo veterinario, tenga en cuenta lo siguiente:
- Educación. Hay muy pocas universidades que impartan psicología animal. Esta materia se estudia principalmente en cursos especializados tras la formación como adiestrador canino o veterinario. Contar con una formación afín es una ventaja significativa. Es recomendable que el tratamiento de enfermedades y la corrección del comportamiento sean gestionados por la misma persona.
- Conocimiento y experiencia. Un buen especialista mejora continuamente sus conocimientos mediante capacitaciones, seminarios y cursos. Antes de elegir un zoopsicólogo, se recomienda revisar sus cualificaciones. Lo mejor es elegir un especialista con formación especializada, especializado en gatos, perros o animales exóticos. El comportamiento de las diferentes especies animales varía considerablemente.
- Interacción con el animal. El psicólogo veterinario debe ser amable, tranquilo y paciente con la mascota. Si el animal muestra ansiedad o miedo en presencia del especialista, las sesiones serán ineficaces y solo empeorarán la situación.
Si el comportamiento de su mascota cambia repentinamente, lo mejor es consultar con un especialista. Los psicólogos veterinarios trabajan con todo tipo de animales, incluidos los exóticos. Un especialista determinará las causas del trastorno de comportamiento, ayudará a abordarlas y restablecerá la comprensión entre el dueño y la mascota.



