Las garrapatas son insectos arácnidos, parásitos comunes y peligrosos. Aves, animales y humanos son susceptibles a los ataques de garrapatas. La ciencia conoce más de 60.000 especies de garrapatas, que difieren en su estilo de vida, alimentación y hábitat.
Reproducción de garrapatas
Durante su vida, las garrapatas pasan por varias etapas de desarrollo: huevo, larva, ninfa y adulto.

El ciclo de desarrollo de la garrapata de la taiga incluye varias etapas con dos períodos de alimentación de un “huésped temporal” y finaliza con el apareamiento del macho con la hembra (cópula).
Una característica distintiva de las garrapatas es que este tipo de parásito puede vivir en diferentes entornos durante una corta vida. Los machos tienen una vida relativamente corta. Una vez que alcanzan la madurez sexual y fecundan a la hembra, mueren. Las hembras se encargan del cuidado de las crías.
La fertilización ocurre con mayor frecuencia en las plantas y la superficie del suelo, ya que solo una garrapata puede habitar un huésped temporal. La excepción son las larvas, que, tras la eclosión, buscan en masa un huésped.
El apareamiento comienza a principios de la primavera. El macho deja un espermatóforo, una cápsula especial que contiene el esperma, y la hembra lo absorbe a través de la abertura genital. Tras el apareamiento, la hembra vuelve a buscar alimento, ya que necesita beber mucha sangre durante este período. Esto dura unos 10 días, y la sangre que bebe contribuye a la formación de los huevos. Después, la garrapata se desprende del huésped por sí sola.
Los huevos se ponen cada 10 a 30 días, dependiendo de las condiciones externas, cerca del futuro comedero, para que la nueva generación pueda alimentarse y desarrollarse sin obstáculos. Estos lugares pueden incluir madrigueras de animales, nidos de pájaros, pastos y áreas donde se mantiene el ganado.
La sarna y los ácaros del oído se comportan de forma ligeramente diferente: estos parásitos ponen huevos directamente en el cuerpo de animales o humanos. La fertilidad varía según la especie. Las garrapatas ixódidas ponen el mayor número de huevos: hasta 17 mil. Esto se debe a que, debido a las condiciones desfavorables, sólo un pequeño número sobrevive.

Las garrapatas se adhieren a casi todos los seres vivos de la naturaleza: reptiles, abejas, mamíferos, aves y animales grandes con cuernos.
Según las preferencias alimentarias, las garrapatas se dividen en hospedadoras únicas y hospedadoras múltiples:
- Ácaros monohuésped: viven y se alimentan de un solo huésped durante toda su vida. Por ejemplo, los ácaros del oído y los ácaros de la sarna.
- Las garrapatas polihospedadoras cambian de hospedador en diferentes etapas de su ciclo de vida. Tras la eclosión, la larva se alimenta de un hospedador y luego excava en el suelo. Como ninfa, encuentra un segundo hospedador y luego un tercero. A veces, el proceso de maduración de estas garrapatas se extiende durante varios años si encontrar un nuevo hospedador resulta difícil. Los humanos suelen ser la presa final de los adultos.
Vídeo: Cómo ponen huevos las garrapatas
¿Qué comen las garrapatas?
Contrariamente a la creencia popular, no todas las especies de garrapatas se alimentan de sangre.

Existen muchas especies de garrapatas, por lo que se dividen en varios grupos principales: por estructura y método de alimentación.
Los ácaros parásitos incluyen:
- Argasidae - tienen cubiertas coriáceas de color gris, marrón amarillento o púrpura;
- gamasidas;
- Las garrapatas ixódidas (o garrapatas de los pastos) tienen la piel dura. Este tipo de garrapata puede transmitir enfermedades infecciosas (como la encefalitis).
- Las garrapatas marrones del perro son un tipo de garrapata ixódida, pero con un color marrón.
Otros tipos de garrapatas que no se alimentan de sangre también pueden infestar el cuerpo. Entre ellos se incluyen:
- Ácaros del oído: viven en los oídos de gatos y perros, alimentándose de sebo y cera. También ponen huevos allí. No representan una amenaza para los humanos, pero sí son peligrosos para las mascotas, ya que pueden causar enfermedades graves (otodectosis y notoedrosis).
- La sarna (Scabies scabiei) habita en el cuerpo humano, alimentándose del estrato córneo de la piel y depositando huevos en él. Vive solo un mes, pero pone de 2 a 3 huevos al día, causando picazón y dolor insoportables. Invade zonas de piel delicada: entre los dedos, en los pliegues inguinales, codos y axilas, y en las glándulas mamarias.
- Los ácaros Demodex (o Demodex) viven en las glándulas sebáceas y alrededor de los folículos pilosos de los humanos, alimentándose de la epidermis. Cuando el estado general de una persona empeora, el ácaro excava profundamente en la piel y puede vivir allí durante varios años. Las especies de estos ácaros de piel corta se alimentan del sebo subcutáneo (en la cara, los hombros y el cuello), mientras que las especies de piel larga prefieren los folículos pilosos (en el cuero cabelludo, las pestañas, las cejas, etc.).
- La polilla del lino (o del polvo) vive en muebles tapizados, ropa de cama, almohadas y libros. Se alimenta de células cutáneas muertas, por lo que no pica ni intenta penetrar en el cuerpo humano.
También vale la pena prestar atención a los tipos de garrapatas que no representan un peligro para los animales y los humanos:
- La araña roja es un ácaro herbívoro. Se alimenta de la savia de las plantas en las que vive y se reproduce.
- Gusano de agua: vive en aguas estancadas. Sus presas incluyen moluscos e insectos.
- granero: prefiere alimentos vegetales sólidos, que se encuentran tanto en la naturaleza como en las instalaciones de almacenamiento de granos;
- blindado - se alimenta de líquenes, hierba muerta, hongos;
- El ácaro rojo (o ácaro de terciopelo) es un depredador, a menudo utilizado por la gente para destruir plagas en el jardín, ya que se alimenta de otros ácaros.
Vídeo: Las 5 garrapatas más peligrosas
Las garrapatas siguen un ciclo único, cuyo objetivo es reproducir a su descendencia. Este proceso es complejo y fascinante. Para que la nueva generación sea fuerte y esté lista para el desarrollo, las hembras deben estar bien alimentadas. Pero no todas las garrapatas son peligrosas: muchas no solo no representan una amenaza para los humanos, sino que además no se alimentan de sangre, prefiriendo una dieta vegetal.
















