5 animales prehistóricos que incluso los dinosaurios temían

Hace millones de años, la Tierra estuvo habitada por animales asombrosos. Los investigadores están descubriendo los restos de habitantes extintos de nuestro planeta, recreando su apariencia y estudiando sus características y hábitos. Estos eran antiguos gigantes que incluso los dinosaurios temían.

Titanoboa

Boa titán

La serpiente más grande de la historia del planeta vivió hace aproximadamente 60 millones de años en lo que hoy es Colombia. Fue allí donde se descubrieron sus restos fósiles.

Tras estudiarlos, los zoólogos descubrieron que la titanoboa pesaba casi dos toneladas y alcanzaba los 20 metros de longitud. Apareció poco después de la extinción de los dinosaurios. Es posible que la titanoboa llenara el vacío dejado por la desaparición de los grandes depredadores.

Los arqueólogos tuvieron la fortuna de descubrir un cráneo, algo poco común. La estructura dental de este gigante prehistórico sugiere que se alimentaba de peces, tortugas e incluso cocodrilos adultos.

En las cálidas temperaturas de los trópicos, los reptiles de sangre fría pueden alcanzar tamaños enormes al absorber el calor del ambiente con sus cuerpos.

Esta enorme serpiente no necesitaba veneno; aplastaba a su presa con su poderoso cuerpo. La Titanoboa podía aplastar con una fuerza de casi 500 kg por centímetro cuadrado, suficiente para matar a casi cualquier presa.

Artropleura gigante

Artropleura gigante

El ciempiés prehistórico Arthropleura es considerado hoy en día el artrópodo más grande que jamás haya vivido en el planeta.

Vivieron hace aproximadamente 280 millones de años. Se han descubierto restos de ellos en Alemania, Bélgica, Inglaterra y Estados Unidos.

Los invertebrados terrestres más grandes conocidos tenían 30 pares de patas y alcanzaban hasta 2,6 metros de longitud. Los científicos han concluido que los Arthropleura eran herbívoros. Un individuo de tamaño promedio consumía hasta una tonelada de vegetación al año.

El tamaño récord del milpiés se explica por el alto contenido de oxígeno en la atmósfera en ese momento, así como por la ausencia de enemigos.

Más tarde, el nivel de oxígeno en el aire disminuyó significativamente, cambiando el clima de las regiones tropicales, lo que llevó a la extinción de estas enormes criaturas.

Megalodón

Megalodón

Esta especie fue uno de los mayores depredadores de la historia del planeta. El megalodón podría haber ocupado la cima de la cadena alimentaria.

Este peligroso gigante alcanzaba los 18 metros de longitud y pesaba 50 toneladas. La fuerza de mordida de los ejemplares más grandes era de casi 11 toneladas, una de las más potentes conocidas por la ciencia moderna.

Estos depredadores poseían dientes muy fuertes, aunque delgados, con bordes dentados. Esta característica estructural les permitía desgarrar fácilmente el pecho de sus presas e incluso morder las espinas de grandes animales marinos.

Los megalodones se parecen a los grandes tiburones blancos modernos en apariencia, pero sus cráneos cartilaginosos son proporcionalmente más gruesos y fuertes.

Poseía grandes mandíbulas para soportar su peso. Los megalodones se alimentaban de pequeños cetáceos, sirenas, pinnípedos y peces grandes. Estos gigantes prehistóricos también comían cadáveres de animales. Se extinguieron hace unos 2,6 millones de años.

Aegirocassida

Aegirocassida

Este camarón gigante prehistórico vivió en los océanos del mundo hace aproximadamente 480 millones de años. Medía 2 metros de largo y parecía una fantástica cruza entre un cachalote y un artrópodo.

Los Aegirocassida se alimentaban de plancton, filtrándolo del agua, como las ballenas modernas. Esta criatura tenía dos pares de aletas móviles repartidas por todo el cuerpo, que servían como aletas.

Estos lóbulos inusuales corresponden a las extremidades superiores e inferiores de los artrópodos modernos. Con base en esto, los científicos concluyeron que Aegirocassida es un artrópodo prehistórico.

Sarcosuchus imperialis

Sarcosuchus imperialis

Un género extinto de cocodrilos gigantes habitó lo que hoy es África hace unos 110 millones de años.

El supercocodrilo Sarcosuchus alcanzaba longitudes de hasta 12 metros y podía pesar alrededor de 8 toneladas. Su cuerpo estaba cubierto de escamas y su lomo estaba cubierto de poderosos escudos rectangulares de hasta un metro de largo. Esto lo hacía prácticamente invulnerable a sus escasos enemigos.

Sarcosuchus imperatorius poseía un cráneo gigantesco y notable. Su mandíbula superior medía 1,6 metros de largo y estaba curvada hacia abajo en la punta.

Este depredador se alimentaba de peces grandes y dinosaurios pequeños. Con sus fuertes mandíbulas y dientes afilados, arrastraba fácilmente a las presas que se resistían al agua.

El Sarcosuchus se diferenciaba de los cocodrilos modernos no solo en tamaño, sino también en su longevidad. La mayoría de los cocodrilos modernos en estado salvaje viven entre 25 y 30 años. Los restos de Sarcosuchus descubiertos pertenecen a un ejemplar que tenía 40 años al momento de su muerte y aún no había alcanzado la madurez completa.

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