Tapete para olfatear DIY: a tu perro le encantará este juguete

Una alfombra olfateadora es un rompecabezas educativo para perros. Se inventó en los Países Bajos y, gracias a su facilidad de fabricación casera, ahora es popular entre los dueños de perros de todo el mundo. El juguete está diseñado para estimular la actividad cerebral de los amigos de cuatro patas.

Lo que necesitarás para trabajar

Para hacer dos tipos de entrenadores de olfateo necesitarás:

  1. Trozos de tela polar de varios colores (o cualquier otra tela que no se deshilache).
  2. Tijeras.
  3. Máquina de coser o hilo y aguja.

Haciendo la base

La base de la alfombra puede ser de cualquier tela densa, preferiblemente una que no se deslice ni se arrugue demasiado. La forma del juguete es libre y el tamaño debe ser adecuado para el tamaño de la mascota para garantizar su comodidad. Por ejemplo, una alfombra de 40 x 60 cm (16 x 24 pulgadas) sería adecuada para un perro pequeño.

Para la segunda opción, puedes utilizar un fregadero de malla de PVC o una alfombra de goma debajo de las puertas con agujeros.

Llenar la alfombra de olfateo con elementos educativos

Primero, necesitas idear los elementos e incluso dibujar un diagrama de cómo se colocarán en la base. Aquí es donde entra en juego tu imaginación. Recorta bolsillos, flecos y compartimentos elaborados con retales y cóselos a la base en el orden que prefieras. Hay tantas posibilidades de colocación de las piezas en la base como puedas imaginar.

En el segundo caso, necesitas cortar tiras de tela de 2 x 3 cm de ancho y 25 x 30 cm de largo. Luego, átalas a la base de malla de modo que el nudo quede en el centro de la tira. Haz los nudos con más frecuencia para crear una alfombra esponjosa.

Cómo utilizar una alfombrilla para olfatear

El dueño debe colocar las golosinas en los bolsillos, esconderlas bajo los flecos multicapa y colocarlas en escondites. Los perros buscan las golosinas con entusiasmo, a veces tardando hasta 15 minutos en completar la búsqueda. Esto es beneficioso para las mascotas que disfrutan devorando su comida con avidez y rapidez. Disfrutan del proceso de buscar comida.

La segunda opción consiste en "esconder el tesoro" en la gruesa pila de tiras de tela. Los expertos recomiendan colocar primero la comida sobre la superficie de la alfombra, ocultando algunos trozos, para que el perro aprenda a usar su ingenio y olfato para encontrarla. De lo contrario, destrozará el juguete con sus patas y lo encontrará todo fácilmente.

Una alfombra olfateadora no solo agrega variedad a la vida de tu mascota, sino que también brinda beneficios como:

  • satisfacción del instinto de caza;
  • desarrollo del pensamiento lógico y del sentido del olfato;
  • Mejorar la capacidad de concentración.

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