Los problemas digestivos afectan no solo a los humanos, sino también a los animales. Los dueños suelen notar ruidos estomacales en sus perros. Las causas pueden variar. Es importante no solo identificar la causa, sino también ayudar a tu mascota.
Razones inofensivas
Hay varias razones fisiológicas por las que se observa el ruido:
- Esta es una afección común. Puede deberse a la digestión del perro si persiste durante más de un par de horas.
- Factor genético. El animal presenta un síntoma desagradable desde su nacimiento, por ejemplo, si siempre ha tenido el estómago y los intestinos débiles.
- Sobrealimentación. Los intestinos están llenos de comida, lo que requiere mucha energía. Por eso se escucha ese sonido.
- Dieta desequilibrada. Este síntoma puede observarse debido a una deficiencia o exceso de vitaminas y minerales. Si un perro ha estado consumiendo una dieta desequilibrada en proteínas, grasas y carbohidratos, su estómago suele rugir.
- Ingesta inadecuada de alimentos. Esto puede incluir alimentos salados, picantes, dulces, ahumados o grasosos. Estos alimentos son perjudiciales para los perros.
- Una transición repentina de una alimentación a otra. Por ejemplo, al animal se le dio primero comida de la mesa y luego una comida especial. La transición debe ser gradual.
- Excitación. Si un perro está jugando o ha dado un paseo largo, puede agitarse. Incluso esto puede causar este síntoma.
- Una perra en celo es un estado fisiológico normal. En este caso, el ronroneo se debe a espasmos uterinos.
- Los ruidos uterinos durante el embarazo son una condición temporal que debería desaparecer después del parto.
Las causas mencionadas no son peligrosas. Algunas son temporales; por ejemplo, que el animal esté comiendo de forma inadecuada. En estos casos, simplemente mejorar la dieta de la mascota resolverá los síntomas desagradables. Esto también mejorará el bienestar general del perro.
Señales de enfermedad
Un ruido sordo puede estar asociado con una patología (enfermedad). También pueden aparecer otros síntomas. Las enfermedades gastrointestinales se acompañan de ruidos sordos, diarrea, vómitos, gases y eructos.
Estos síntomas de enfermedades estomacales e intestinales suelen presentarse juntos. Suelen estar asociados a lo siguiente:
- Intoxicación. Provoca vómitos, diarrea y ruidos abdominales. El metabolismo se altera debido a la intoxicación.
- Gastritis. Los síntomas incluyen hinchazón, diarrea, vómitos y pérdida de apetito. La gastritis se caracteriza por la inflamación del revestimiento del estómago, lo que afecta las funciones básicas del órgano.
- Gastroenterocolitis. La enfermedad se manifiesta con distensión abdominal, diarrea, vómitos, eructos y distensión abdominal. La gastroenterocolitis es un trastorno gastrointestinal agudo y multifactorial.
- Úlcera. Es una afección crónica en la que se alteran los mecanismos reguladores, neuronales y hormonales. Aparece una úlcera en la mucosa. Esta se manifiesta con hinchazón, estreñimiento, gases y pérdida de apetito.
- Obstrucción intestinal. Esto ocurre cuando cuerpos extraños entran en los intestinos y obstruyen o estrechan la luz intestinal. Esto suele estar asociado con cálculos, fragmentos de hueso o palos. En algunos casos, la obstrucción se debe a una infestación grave de gusanos. El perro no tendrá apetito, pero experimentará hinchazón, estreñimiento y flatulencia.
- Hepatosis. Esta enfermedad implica cambios en el parénquima hepático, sin síntomas de inflamación. La hepatosis se manifiesta con ruidos abdominales, vómitos, diarrea y formación de gases.
- Cirrosis hepática. Esta enfermedad crónica provoca la muerte de las células hepáticas. Son frecuentes los ruidos abdominales, los gases, los vómitos y los eructos.
Si los ruidos estomacales están relacionados con una afección médica, no debe ignorarse. Es recomendable llevar a su perro al veterinario, quien le recomendará el tratamiento adecuado. El tratamiento oportuno produce resultados positivos. Por lo tanto, incluso si aparecen síntomas dolorosos, es importante consultar a un especialista.
Cómo librar a tu mascota de este problema
Todo dueño de mascota cariñosa quiere ayudar a su mascota, pero no todos saben cómo. No recurra de inmediato al carbón activado, a los masajes abdominales ni a torturar a su perro con una dieta. Primero, lleve a su mascota al veterinario para que la evalúe. El especialista le dará recomendaciones de cuidado y tratamiento:
- Si tu dieta no es saludable, necesitarás ajustarla.
- Si tu perro come demasiado rápido, necesitarás un cuenco especial.
- Cuando la causa es comer en exceso, es importante reducir las porciones.
- Si hay gusanos, el veterinario recetará las pastillas adecuadas. Estas deben administrarse al perro según las instrucciones.
- Tras el procedimiento, se realizará un lavado gástrico y se colocará una vía intravenosa. Posteriormente, se podrá alimentar a la mascota únicamente con la dieta recomendada, en pequeñas cantidades, hasta su recuperación.
- Si la causa es disbacteriosis, se requieren medicamentos especiales, según lo recomiende un especialista. La forma más sencilla es triturar las pastillas y espolvorearlas en la comida del perro.
- En caso de infección intestinal, el tratamiento se realiza en una clínica veterinaria. El médico prescribirá una dieta. Normalmente, se prescribe una dieta suave de 5 a 6 veces al día durante 2 semanas.
- Cuando la causa son las alergias, se debe eliminar la fuente del alérgeno. Esto se logra modificando la dieta del perro. Es importante evitar que el perro recoja objetos de la calle. Los desconocidos también deben evitar que la mascota coma.
- La erosión requiere una dieta especial. Es posible que se requieran alimentos específicos. La dieta debe incluir únicamente carnes magras, papillas líquidas preparadas con agua y verduras hervidas. Es necesario aumentar la ingesta de agua y evitar los productos lácteos. No se deben incluir huevos cocidos en la dieta.
- Si el problema es un tumor, el veterinario prescribirá una dieta. También es necesaria la cirugía. Posteriormente, se requiere un régimen suave, cambios de apósitos y medicamentos antiinflamatorios.
No elija los medicamentos por su cuenta; consulte siempre con un veterinario. Además, lea las instrucciones antes de usarlos.
Tras el tratamiento, el estado de su perro mejorará. Estará activo y enérgico. No demore la revisión, ya que las enfermedades avanzadas son mucho más difíciles y requieren más tiempo de tratamiento.



