Los félidos son criaturas asombrosas. Los grandes felinos salvajes tienen mucho en común con nuestros gatos domésticos. Sus hábitos son notablemente similares, lo que demuestra las similitudes entre estos animales en general. Por lo tanto, se puede afirmar con seguridad que dentro de cada gato doméstico vive un tigre o un león.
El jefe va primero
Todo dueño feliz de un gato probablemente ha notado más de una vez, por ejemplo, que al ir a la cocina, el gato corre tras él, intentando adelantarlo. Pero no todos se detienen a pensar por qué sucede esto. Hay una explicación perfectamente lógica. Los gatos se sienten los líderes de la casa o apartamento, y no les importa lo que pienses al respecto. Precisamente por eso se esfuerzan por ser los primeros en todo.
Protección contra los enemigos
En la naturaleza, todo se basa en la selección natural y la supervivencia. Los débiles perecen a manos de los fuertes. Por eso, incluso en casa, con total seguridad, los gatos siguen comportándose con mucha cautela. Probablemente hayas notado cómo intentan ocultar sus huellas. Lo hacen para despistar a sus enemigos.
En los apartamentos domésticos, muestran este hábito de todas las formas posibles: entierran cuidadosamente su caja de arena, cuencos con comida no consumida y también intentan con todas sus fuerzas lamerse por completo.
Frótese contra las cosas de la casa.
Cuando tu gato se frota contra objetos de la casa, está marcando su territorio. Tanto los gatos salvajes como los domésticos tienen glándulas odoríferas por todas partes, especialmente alrededor de la cara. Por eso, se frotan la cara contra todo: la esquina del sofá, las paredes, la mesa o incluso su dueño. Esta es la forma en que tu mascota te demuestra su cariño.
Rutina diaria
Tu gato pasa la mayor parte del tiempo durmiendo, al igual que su pariente salvaje. Su hora favorita para dormir es entre las 4:00 y las 8:00 p. m. Y hay una razón para ello: en la naturaleza, la actividad de caza disminuye durante este horario. Dormir les da a los animales una inyección de energía. Sin embargo, los gatos siempre están alerta; si perciben una presa o peligro cerca, su sueño termina al instante.
Probablemente también hayas notado que los gatos a veces están activos al atardecer y por la noche. Este es el mejor momento para cazar, por lo que los gatos domésticos están despiertos, lo que a veces perturba el sueño de sus dueños.
El agua es peligrosa
Tanto a los gatos domésticos como a los salvajes les disgusta el agua, a pesar de ser excelentes nadadores. Esto se debe en parte a que su temperatura corporal óptima es de 39 grados Celsius (102,4 grados Fahrenheit). El agua suele estar más fría.
Los gatos carecen de glándulas sudoríparas, responsables de la termorregulación. Su subpelo se encarga de esta función. Como resultado, cuando un gato se moja, empieza a sentir frío o, por el contrario, se calienta demasiado si el agua está caliente. Esto impide que su cuerpo regule su temperatura.
Incluso los gatos domésticos beben agua con mucha precaución. Además, muchos gatos simplemente ignoran los bebederos disponibles las 24 horas, los 7 días de la semana, justo delante de sus narices. En cambio, esperan a que su dueño abra el grifo de agua fría para beber.



