Los últimos modelos de sofás contienen retardantes de llama, sustancias que previenen la combustión y protegen el hogar del fuego. Sin embargo, los científicos han descubierto que estas sustancias químicas causan enfermedades tiroideas. El desequilibrio hormonal provoca hipertiroidismo, que afecta a los órganos internos.
¿Por qué los sofás son peligrosos para los gatos?
Los fabricantes añaden retardantes de llama a los muebles tapizados para reducir su inflamabilidad. Esta sustancia previene o ralentiza la combustión de los muebles. Por razones de seguridad, la mayoría de los muebles tapizados se tratan con retardantes de llama, ya que un incendio puede propagarse rápidamente a otros objetos del hogar. Fumar en un sofá es una causa común de incendios, según las estadísticas.
Además de sus propiedades beneficiosas, los retardantes de fuego también presentan importantes inconvenientes. Si un gato se acuesta con frecuencia en el sofá, el contacto con la tela puede provocar hipertiroidismo. Esta afección afecta a mascotas mayores de 10 años. El polvo químico nocivo contribuye significativamente al desarrollo de enfermedades tiroideas en los gatos.
¿Cómo afectan los retardantes de llama a la salud de las mascotas?
El retardante de fuego contiene boro, fosfatos de amonio, cloruro de amonio y otros componentes para reducir la inflamabilidad del material. Sin embargo, el componente químico más peligroso es el óxido de difenilo bromado. La exposición constante a esta sustancia puede causar diversos problemas de salud en las mascotas, al igual que en los humanos, incluyendo problemas de tiroides. Esto no ocurre de inmediato, sino con el paso de los años. Además, la enfermedad progresará de forma constante, afectando finalmente los órganos internos (hígado, riñones y corazón).
Entre 1985 y 1986, expertos holandeses y alemanes realizaron estudios que identificaron un componente peligroso —óxido de difenilo bromado— en retardantes de llama presentes en diversos productos. Tras las pruebas, los expertos concluyeron que los productos tratados con retardantes de llama halogenados emiten sustancias extremadamente tóxicas y tienen un impacto negativo en el medio ambiente. Por lo tanto, se desarrollan constantemente nuevas sustancias menos peligrosas para reducir la inflamabilidad de los materiales.
Un estudio realizado por científicos estadounidenses
Científicos estadounidenses realizaron un estudio con gatos de prueba, colocándoles collares de silicona. Estos collares atraen compuestos orgánicos volátiles y semivolátiles. El mismo grupo de investigadores ya había realizado estudios similares en humanos.
Se reclutaron setenta y ocho mascotas mayores de siete años para el experimento. La mitad de los animales padecía enfermedad tiroidea, mientras que la otra mitad no. Los dueños les colocaron collares a los gatos, tras lo cual tuvieron que permanecer en casa durante siete días. Los brazaletes se enviaron posteriormente a un laboratorio para su análisis.
Resultó que los collares de los gatos con hipertiroidismo estaban completamente recubiertos con partículas ignífugas. Sin embargo, no se detectaron estas sustancias químicas en las demás mascotas. Esto se debe a que los animales afectados habían estado en contacto con muebles de última generación. Los expertos recomendaron cambiar los sofás o, al menos, retirar las fundas protectoras, ya que esto representa un peligro no solo para los animales, sino también para las personas.
El progreso nunca se detiene, ofreciéndonos nuevas posibilidades y materiales. Y lo más importante, estas innovaciones deben ser absolutamente seguras para todos los miembros de la familia y las mascotas. Sea considerado con sus queridos animales; sin duda, ellos le corresponderán.



