Los gatos están acostumbrados a vagar solos, pero a veces se producen enfrentamientos entre ellos. Estos pequeños depredadores no se pelean sin motivo.
Al ver a los gatos pelearse, es difícil creer que estos adorables peludos estuvieran disfrutando del cálido sol hace apenas un minuto. Ahora están discutiendo y listos para pelear.
Los gatos pueden hacer más que sólo maldecir, también pueden pelear.
Si los gatos se pelean y no llegan a un acuerdo, la discusión se convierte en una persecución. A la persecución puede seguir una pelea.
Una causa común de peleas entre gatos es la aparición de un extraño en un territorio que el gato considera su propiedad.
El tenso enfrentamiento resulta sumamente gracioso. Es improbable que las dos criaturas peludas se hagan daño, incluso si discutieran.
A menudo nos resulta entrañable ver peleas entre gatos. Pero a veces, las peleas pueden ser bastante serias, como las que se dan entre humanos.
Por el aspecto de los animales se ve claramente que ha surgido un motivo y están dispuestos a pelear.
Un encuentro entre dos gatos en territorio neutral también puede desembocar en un enfrentamiento. Los animales pueden quedarse inmóviles, mirándose fijamente y emitiendo siseos amenazantes. Tras un rato, se separan en silencio.
Se puede jurar en voz baja, pero el reproche silencioso en los ojos dice mucho.
Los conflictos también son comunes entre gatos que viven bajo el mismo techo. Cuando los animales comparten casa, suelen encontrar motivos para discutir; siempre hay algo por lo que pelear.
Para evitar conflictos graves entre mascotas, es importante que los dueños las traten por igual, compartiendo golosinas, juguetes, cariño y amor por igual. ¿A quién le gustaría ver a sus gatos pelear?
Los animales suelen chocar por instinto; es su naturaleza. Es importante que la persona dependiente de un gato no sea la causa de su mal humor.












