Una casa para gatos es práctica. Y práctica no solo para el gato, sino también para su dueño. Si un gato duerme en cualquier lugar, suele elegir los lugares más inapropiados, incluso peligrosos. Pero ¿cómo lograr que a tu gato le encante dormir en su propia casa? Al fin y al cabo, los gatos son animales extremadamente conservadores y recelosos de los cambios.
Compraste una caseta para gatos que cumple con los requisitos más exigentes, pero tu gato no quiere entrar. ¿Qué debes hacer? Te compartimos tres de los métodos más efectivos.
Método uno: confiar en la curiosidad
Aunque los de cola son conservadores, nadie ha anulado la curiosidad felina. Un nuevo objeto en la casa seguramente interesará al gato, y la tarea de los dueños es reforzar este interés. Puedes lograrlo colocando su golosina o juguete favorito dentro de su nuevo hogar. Hazlo con regularidad y tu gato desarrollará una asociación positiva con la casa. Al principio, la visitará de vez en cuando y, con el tiempo, empezará a dormir allí, primero de vez en cuando y luego para siempre.
Método dos: un lugar favorito
El conservadurismo de muchas mascotas peludas se manifiesta en su preferencia por dormir en el mismo lugar del apartamento. En este caso, tomamos una casa y la instalamos allí. Los gatos son testarudos, dormirán donde están acostumbrados, sin importar lo que esté parado o acostado allí. Es muy probable que el gato empiece a dormir en la casa, que puede trasladarse a un nuevo lugar después de un par de semanas. Evite hacerlo antes, o el gato volverá a su antiguo lugar de descanso.
Método tres: presión ligera más estímulo
Un gato particularmente testarudo necesita que lo adiestren con presión suave. Cójalo (hágalo con cuidado y cariño) y métalo en la casa. Acarícielo, dele una golosina, pero no insista demasiado ni intente retenerlo a la fuerza. Simplemente repita este procedimiento de vez en cuando y pronto el gato comenzará a percibir la casa como un lugar donde se siente cómodo.
Vídeo: Cómo educar a un gatito para que haga sus necesidades en el lugar correcto
Cada gato es único: algunos empiezan a dormir en su casa el mismo día que la compran, mientras que otros nunca aceptan su nuevo hogar. En cualquier caso, recuerda: no puedes obligar a un gato a hacer nada. Solo el cariño y los ánimos (y a veces un poco de astucia) ayudarán a convencer a tu gatito de que obedezca tus órdenes.





