Todos los felinos se apoyan rápidamente en sus patas traseras antes de saltar, meneando todo el cuerpo. Los científicos no tienen una respuesta definitiva a esta pregunta, pero sí varias teorías.
Versión #1: El gato está calentando sus músculos.
Los atletas siempre calientan antes de entrenar. Un entrenamiento corto ayuda a estirar los músculos, oxigenarlos y prepararlos para tareas más desafiantes. Los científicos que apoyan esta teoría creen que este comportamiento es instintivo en los gatos. Al igual que los atletas, preparan sus músculos y ligamentos para el estrés. Además, los movimientos rápidos y repetitivos ayudan a coordinar el movimiento de las patas traseras durante el lanzamiento.
Versión #2: El gato elige el mejor lugar para saltar.
Al saltar, es crucial ser extremadamente preciso. Un movimiento en falso y la presa huirá o volará. Muchos factores pueden interferir con el salto: una roca inestable, una superficie irregular o un suelo demasiado blando o húmedo. La roca puede resbalarse de la pata del gato, desequilibrándolo. Resbalarse en suelo húmedo no solo puede hacer que la presa se caiga, sino que también puede dañar ligamentos y tendones.
Al balancearse y mover las patas, un gato comprueba su equilibrio antes del salto crucial. Analiza si la superficie sobre la que se encuentra es segura para el salto. También calcula la fuerza de empuje necesaria para cubrir la distancia hasta el objetivo.
Versión #3: Las hormonas son las culpables
Los neurotransmisores son sustancias biológicamente activas que controlan muchos procesos corporales. Se producen durante una acción y estimulan la liberación de hormonas. Por ejemplo, si un gato realiza una acción que resulta en una recompensa, su cuerpo produce dopamina, una sustancia química que controla las respuestas emocionales. Repetir estas acciones posteriormente desencadena la liberación de esta sustancia química, independientemente de la recompensa, lo que proporciona al animal una experiencia placentera.
Así, cuando un gato "baila", se produce un aumento hormonal en su cuerpo. Se excita y obtiene un gran placer del proceso. Cuando logra el objetivo, cesa la producción de dopamina.
Científicos de todo el mundo siguen estudiando el comportamiento felino, realizando experimentos y estudiando tácticas de lanzamiento. Quizás pronto deleiten a los amantes de los gatos con nueva información que explique por qué sus mascotas se comportan así.



