Desde hace tiempo se cree que un gato sano debe estar bien alimentado. Sin embargo, los dueños no siempre pueden determinar si su mascota tiene sobrepeso. Observan a su mascota a diario y a veces no se dan cuenta de cuándo pasa de ser un depredador musculoso a un gato gordo y sedentario. Pero hay tres señales que cualquier dueño puede buscar para determinar el estado de su mascota.
Las costillas del gato no se pueden sentir.
La información más confiable sobre la condición corporal de un gato se puede obtener palpándolo.
Se levanta al animal y se palpan cuidadosamente sus costillas, articulaciones esternocostales y huesos pélvicos. En las razas de pelo liso, la emaciación será perceptible sin palpación, pero en las razas peludas, las costillas prominentes indicarán delgadez.
La condición ideal para un gato es cuando es musculoso y luce bien formado. Las costillas y los huesos pélvicos no son visibles, pero se palpan fácilmente.
Si tienes sobrepeso, aún puedes sentir las costillas, pero esto se logra con esfuerzo.
Pero en caso de obesidad, este procedimiento es casi imposible de realizar debido a la gruesa capa de grasa.
Un ligero sobrepeso no debería alarmar a los dueños. Puede deberse a los siguientes factores:
- Raza - Los gatos persas, escoceses y británicos tienen tendencia a ganar un poco de peso;
- edad - las personas mayores, debido a una menor movilidad, tienden a tener sobrepeso moderado;
- esterilización (castración): en un pequeño porcentaje de animales, una disminución en el nivel de hormonas sexuales conduce a un aumento del apetito;
- Herencia: los felinólogos han observado que los gatitos de padres obesos también ganan peso a medida que crecen.
La felinología es una ciencia que estudia las razas, características de selección, crianza y mantenimiento de los gatos domésticos.
Pero incluso si sus mascotas tienen un ligero sobrepeso, es mejor consultar con un veterinario. Un mayor aumento de peso y la obesidad pueden provocar graves problemas de salud.
El vientre de tu mascota está flácido
La segunda señal de sobrepeso en los gatos es la flacidez abdominal. Por supuesto, esto no aplica a las gatas embarazadas.
En un peso ideal, una mascota tendrá un vientre recogido, una cintura bien definida y, ocasionalmente, pequeños pliegues de grasa. Si tiene sobrepeso, la cintura no está bien definida y el vientre se ve ligeramente flácido, con una capa visible de grasa. Si tiene obesidad, el vientre no solo se ve flácido, sino que se ve hinchado.
Los cambios en el cuerpo de un gato erguido debidos al exceso de peso son muy claramente visibles cuando lo miramos desde arriba.
En un animal de peso normal, el cuerpo parece un rectángulo.
Cuando tienes sobrepeso, su forma es más bien ovalada, y cuando eres obeso, debido al vientre grande y flácido, su forma se aproxima a un círculo.
El gato tiene dificultad para trepar superficies.
Una de las principales causas de la obesidad felina es el sedentarismo. El aumento de peso afecta negativamente al sistema musculoesquelético. A los gatos les resulta más difícil saltar y se vuelven menos juguetones. En consecuencia, el ciclo continúa: el gato se vuelve menos activo y su peso aumenta.
Una mascota con sobrepeso no solo tiene dificultad para subirse a una silla o mesa, sino que ni siquiera puede trepar un obstáculo bajo. Una barriga grande puede provocar un andar de pato, a menudo balanceándose de una pata a la otra. Al moverse de un piso a otro, la mascota experimenta dificultad para respirar, similar a la de una persona con asma.
En los gatos y felinos con sobrepeso u obesidad, los movimientos respiratorios del pecho son prácticamente invisibles.
Después de leer este artículo, todo dueño debería comprender que la aparición de incluso uno de los tres signos descritos representa una amenaza para la salud del animal. Y cuanto antes se actúe, más larga y saludable será la vida de su mascota bigotuda.



