8 vampiros reales del mundo animal

Entre los animales, no solo hay depredadores, sino verdaderos vampiros. No se comen a sus víctimas, sino que les chupan la sangre.

Mosquito hembra

Solo los mosquitos hembra son chupasangres. Esto no se debe a preferencias gustativas, sino a la necesidad de reproducirse. Cuando una hembra consume la sangre de una víctima, desencadena la producción de huevos. Sin embargo, algunas especies de mosquitos pueden reproducirse con o sin vampirismo. Este último simplemente produce menos huevos.

El aguijón del mosquito tiene un diseño intrigante. Lo que a los humanos les parece una probóscide es en realidad un conjunto de seis agujas. Dos de ellas perforan la piel gracias a sus puntas dentadas. Otro aguijón flexible sirve como bomba de sangre. El mosquito usa las agujas restantes como espaciadores para ensanchar el orificio en la piel.

Para evitar que la sangre de la víctima se coagule, el insecto inyecta un anticoagulante. Esto es lo que causa la sensación de ardor y picazón. La dosis es pequeña, por lo que no causa más daño que molestias.

Las picaduras de mosquitos son aterradoras por otra razón. Al volar de persona a persona y de animales a personas, los mosquitos transmiten diversas enfermedades: malaria, fiebre amarilla, zika, dengue, chikunguña e incluso helmintiasis.

Murciélagos

Los murciélagos chupasangre viven en América Central y del Sur. Localizan a sus presas usando su nariz. Sin embargo, la utilizan no como un órgano olfativo, sino como un radar infrarrojo.

La sangre es el único alimento de los murciélagos vampiro de patas peludas y alas blancas. Para adormecer a sus víctimas, el chupasangre volador primero cubre la picadura con saliva, que contiene anestésico y anticoagulantes.

Los murciélagos suelen morder a los animales. Pero si escasea el alimento, pueden volverse audaces y darse un festín con la sangre de una persona dormida. Solo necesitan 40 gramos de sangre para saciarse.

El problema reside nuevamente en las enfermedades que el parásito transmite en sus fauces. Los humanos pueden infectarse con la rabia. Sin embargo, los vampiros son inmunes al virus de la rabia.

Candirú

También conocido como vandellia, es un pez parecido al bagre. Su longitud máxima es de 16 cm. Sin embargo, los habitantes de la región del río Amazonas le temen tanto como a las pirañas o las anacondas.

La principal fuente de alimento sangriento del candirú son otros peces. Esta diminuta criatura detecta el amoníaco emitido por el aliento de su presa. El murciélago vampiro se acerca sigilosamente al pez (difícil de detectar debido a su cuerpo translúcido) y penetra sus branquias. Allí, el candirú extiende sus bigotes para evitar una huida prematura. La Vandellia localiza y muerde una arteria, enviando un potente chorro de sangre directamente al tracto digestivo del murciélago vampiro. La comida dura unos 30 segundos, tras los cuales el candirú emerge del pez.

Se han dado casos de candirú que ha penetrado en la uretra humana. La presencia de esta criatura dentro del cuerpo causa dolor intenso y sangrado. El pez no puede escapar. Muere dentro del cuerpo y solo puede extirparse quirúrgicamente. De no hacerlo, puede causar la muerte.

Ácaro

La sangre es el único alimento que consumen las garrapatas. Sin embargo, las hembras también necesitan festines sangrientos para mantener su capacidad reproductiva.

Las garrapatas pican tanto a animales como a humanos. Algunos insectos pueden infectarse con encefalitis o borreliosis, que transmiten a sus víctimas. Estas enfermedades pueden perjudicar gravemente la salud, provocando discapacidad o incluso la muerte.

Lamprea

Las lampreas son un tipo de pez. Habitan tanto en agua dulce como salada. Si bien carecen del aparato mandibular habitual, poseen una boca peculiar. Es redonda y está revestida de dientes afilados. Incluso tienen dientes en la lengua. Aunque son depredadores, no buscan activamente a sus presas ni muestran comportamientos agresivos.

Pero cuando una víctima pasa nadando, la lamprea se adhiere, le muerde la piel y disfruta de su alimento durante varias horas. A veces, también empieza a consumir el tejido que rodea la herida. Y a veces, se deja llevar tanto que excava hasta los órganos internos.

Las lampreas también pueden atacar a los humanos si no hay nadie más cerca. Sus picaduras se consideran inofensivas para los humanos. Sin embargo, es recomendable buscar atención médica. Las glándulas del parásito liberan sustancias en el cuerpo humano que impiden la coagulación sanguínea y promueven la descomposición de los tejidos.

Bicho

Mientras una persona duerme, pueden alimentarse de ella. Las hembras beben sangre cada vez antes de reproducirse. Los individuos en crecimiento necesitan alimentarse con la mayor frecuencia posible para desarrollarse.

Las chinches, al picar a una persona infectada, se convierten en portadoras de la enfermedad. Sin embargo, no pueden transmitirla a otra persona. No obstante, las picaduras pueden causar otras complicaciones, como reacciones alérgicas, inflamación en la zona de la picadura y anemia (si hay múltiples picaduras).

Sanguijuela

Para sujetarse a su presa, la sanguijuela posee un conjunto completo de herramientas: tres mandíbulas y 270 dientes. También tiene diez ojos. Dentro de su cuerpo hay diez ventrículos. Estos se llenan completamente de sangre en 45 minutos. El gusano digiere este alimento durante tres meses.

Algunos creen que las sanguijuelas, como muchas otras criaturas hematófagas, pueden transmitir infecciones. Sin embargo, la mordedura en sí no pone en peligro la vida de los humanos: la herida tiene solo un milímetro y medio de profundidad. La muerte por pérdida de sangre es imposible, ya que la cantidad de sangre no es muy grave.

Las sanguijuelas sólo representan un peligro para las personas que padecen hemofilia.

Sin embargo, al alimentar una sanguijuela una sola vez, se obtienen importantes beneficios para el cuerpo. Junto con su saliva, la sanguijuela inyecta varias proteínas beneficiosas en el cuerpo de la víctima. Estas proteínas tienen un efecto estimulante en el cuerpo humano. Las sanguijuelas se han utilizado en medicina durante más de 3000 años.

Pinzón terrestre de pico afilado

Esta pequeña ave de las Islas Galápagos se alimenta de la sangre de otras aves, generalmente alcatraces. El pinzón arranca trozos de carne de su víctima hasta causar una herida considerable y extraerle sangre.

Para el ave, la sangre es tanto alimento como una forma de saciar su sed. Los científicos creen que, dada la escasez de agua dulce en las islas, los pinzones han encontrado una solución de esta forma macabra.

Estos vampiros no atacan a la gente.

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