Es importante vigilar tus calcetines ya que tu perro podría comérselos.

Tenemos un spaniel llamado Charlie en casa. Lo queremos mucho, así que cuidamos mucho de su salud y lo llevamos al veterinario con regularidad. Durante una de nuestras revisiones veterinarias, conocí a una mujer cuyo pequinés había sido envenenado con un "producto" bastante inesperado.

Un pequinés llamado Zhorik se encontraba mal últimamente. Al principio, se mostró apático y se negaba a comer. Un par de días después, empezó a vomitar y se le hinchó el estómago gravemente, por lo que su dueño se alarmó y lo llevó al veterinario.

La mujer estaba segura de que Zhorik había comido algo afuera: siempre anda husmeando y siempre encuentra algo en el suelo. Hace poco, por ejemplo, desenterró un hueso entre las hojas del año pasado. La mujer apenas logró arrancarle la peligrosa golosina de los dientes.

En resumen, la dueña del pequinés estaba segura de que el pequeño travieso había comido algo en la calle y ahora estaba sufriendo. Su preocupación se acentuó por la reciente práctica de algunos benefactores de esparcir veneno para perros y gatos callejeros, lo cual había dañado repetidamente a las mascotas.

En la clínica veterinaria, le hicieron una radiografía de estómago a Zhorik. No se veían huesos, pero su estómago estaba claramente obstruido. El médico sospechó que el perro podría haberse tragado una bolsa de plástico y decidió operarlo de urgencia. Sin embargo, la bolsa no tuvo absolutamente nada que ver.

Un cirujano extrajo cinco calcetines de niños de diferentes colores y tallas del estómago de un pequinés. Resulta que la mujer había empezado a notar que los calcetines de sus hijos desaparecían del cesto de la ropa sucia. Pero no le había prestado atención y ni siquiera se le había ocurrido a Zhorik. Además, hasta hacía poco, su mascota se sentía bien. Los síntomas alarmantes solo aparecían cuando su estómago estaba completamente lleno.

El veterinario explicó que los perros tienen preferencias alimenticias muy extrañas. Lo que a los humanos les parece asqueroso (como carne podrida o calcetines sucios) le huele bastante bien a un perro. Así que Zhorik se comió todos los calcetines que pudo. Y si su dueño no hubiera dado la alarma, quizá no se habría salvado al día siguiente.

Así que, si tienes un perro en casa, vigila de cerca sus pertenencias. Si notas que falta algo (calcetines, ropa interior, pañuelos u otros objetos pequeños), no dudes en llevarlo al veterinario. Siempre es mejor estar alerta con ellos.

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