Un perro adulto suele respirar con la boca cerrada y realiza entre 10 y 30 respiraciones por minuto. Esta cantidad varía según el perro. Las hembras, los cachorros y los perros de razas pequeñas con metabolismos más rápidos tienden a respirar con mayor frecuencia. La respiración rápida también puede deberse a factores psicológicos, como el estrés o la sobreexcitación. Pero ¿por qué un perro tranquilo podría respirar rápida y pesadamente con la boca abierta?
Causas fisiológicas de la dificultad para respirar
No se asuste de inmediato si nota signos de dificultad para respirar en su mascota. Suele deberse a causas naturales o fácilmente tratables:
- Características de la raza. Los perros braquicéfalos (con hocico aplanado), como los pugs y los bulldogs, tienen dificultad para respirar debido a la estructura atípica de su laringe. Esto no tiene solución; la única solución es cuidar a la mascota y evitar que se esfuerce demasiado.
- Sobrecalentamiento. El calor es una época difícil para todos los perros. Por lo tanto, en verano, es mejor adelantar los paseos a la tarde y darle a tu perro abundante líquido.
- Aumento de la actividad física. No es de extrañar que la respiración de tu perro se acelere después de un juego o entrenamiento intenso. En ese caso, es mejor dejarlo descansar.
- Embarazo y lactancia. Durante este período, los órganos internos de la hembra se someten a una mayor tensión, lo que puede provocar dificultad para respirar ocasional. Esto debería resolverse por sí solo a medida que los cachorros crecen.
- Viajar en coche. Algunos perros, al igual que las personas, son propensos a marearse y a tener náuseas en el coche, lo que les provoca dificultad para respirar. Si su mascota sufre de esto, es mejor limitar sus viajes.
- Reacción a la vacunación. Algunos perros pueden experimentar dificultad para respirar, vómitos o fiebre después de la vacunación. Solo debe preocuparse si estos síntomas persisten dentro de las dos semanas posteriores a la vacunación.
Enfermedades que causan dificultad para respirar
Existen muchas enfermedades que pueden causar respiración agitada y pesada en los perros. Estas pueden incluir asma, alergias, enfermedades pulmonares, insuficiencia cardíaca, neumonía, etc. Pero en estos casos, la dificultad para respirar nunca se presenta sola. Debe tener cuidado y consultar a un veterinario si, además de la respiración con la boca abierta, su perro presenta otros signos de posible enfermedad:
- coloración azulada de la lengua, encías y mucosas;
- temblores, convulsiones, comportamiento antinatural;
- tos;
- vómitos o diarrea;
- temperatura elevada;
- salivación excesiva.
Qué hacer si tu perro respira rápidamente
El primer paso es intentar identificar una posible causa fisiológica y abordarla si el problema es sobrecalentamiento o mareo por movimiento. Observe las heces, el comportamiento y los hábitos alimenticios de su perro. Si nota otros signos alarmantes, como letargo, negativa a comer o jadeo frecuente, no intente diagnosticar ni tratar la afección usted mismo. Consulte a un veterinario lo antes posible.




