El Pug es un perro amable y dulce que será un amigo fiel y traerá mucha positividad a tu vida. Si aún no tienes a este adorable compañero, consulta estas 8 razones por las que definitivamente deberías tener uno en tu familia.
Un perro limpio
Los carlinos tienen un pelaje corto y natural que no requiere cuidados intensivos ni recortes mensuales. Basta con cepillar y limpiar a fondo los pliegues del hocico, ya que allí se acumula la suciedad. Esto no requiere mucho tiempo; simplemente límpiele el hocico con un paño húmedo a diario.
También debes vigilar los ojos: los perros de esta raza son propensos a la erosión corneal, por lo que es necesario lavarlos con regularidad.
No ocupará mucho espacio
En promedio, un pug pesa entre 6 y 8 kg y mide tan solo 32 cm de altura a la cruz. Por lo tanto, este pequeño perro no ocupará mucho espacio ni destrozará tu apartamento, limitándose a esparcir sus juguetes por todas partes.
Aprende rápidamente
Los pugs aprenden rápidamente no solo órdenes, sino también tareas cotidianas, adaptándose al horario, hábitos e intereses de su dueño. Los perros de esta raza son observadores e inteligentes, y aplican sus observaciones a la vida cotidiana.
Muy enérgico
Las principales características de esta raza son su alegría y energía. Les encanta perseguir una pelota y salir a pasear a cualquier hora. Cuando estás en casa, un carlino estará cerca y querrá que juegues contigo; si eso no funciona, empezará a jugar solo, pero no se quedará quieto. Observar a un carlino sin duda te traerá sonrisas y cariño. Son tu alivio del estrés.
Ama a los niños
Después de la comida, el amor incondicional de los pugs por los niños es su amor incondicional. Juegan, retozan y se divierten con ellos, y jamás los lastimarán ni los morderán.
Los pugs son muy leales a sus dueños.
Un perro siempre vigila a su dueño cuando está en casa o de paseo. Intenta sentarse o acostarse junto a él y lo sigue a todas partes. Los carlinos suelen dormir en la cama, e incluso si los ahuyentan, vuelven a gatear por la noche y se acuestan tranquilamente a tus pies.
Los pugs son muy apegados y leales a sus dueños. Incluso si te estás duchando, el perro empezará a aburrirse y a gemir en la puerta, rogando que lo dejes entrar. Un amigo tan leal te dará muchísimo amor con generosidad, simplemente por estar contigo.
Los pugs tienen un buen carácter.
El perro tiene un carácter ejemplar; lo principal es no consentirlo. Los pugs son tranquilos, cariñosos y amigables por naturaleza. La agresividad y el mal humor son totalmente inusuales en ellos.
Un pug valora el amor correspondido; no soporta la soledad y una larga separación de su dueño puede provocarle depresión.
Así, el pug es un perro maravilloso y amable que te apreciará y te amará, jugará con los niños y se convertirá en un buen amigo para ellos, que nunca te lastimará ni te traicionará.



