Epilepsia en perros: tipos, síntomas y tratamiento

La mayoría de las enfermedades humanas también son comunes en las mascotas. Pueden diagnosticarse como cáncer, patologías de órganos internos y trastornos del sistema circulatorio. Los perros suelen sufrir epilepsia, cuyos síntomas y tratamiento son similares a los de problemas neurológicos similares en humanos.

Los principales tipos de epilepsia en perros

Epilepsia en perros

Los años más difíciles de la vida para un perro que sufre de epilepsia se consideran el segundo y el tercer año.

La epilepsia es un trastorno cerebral en el que las neuronas no se comunican entre sí. La naturaleza de la enfermedad es poco conocida, pero los expertos distinguen varios tipos de epilepsia.

Idiopático

La epilepsia verdadera, o idiopática, no se asocia con infecciones, traumatismos ni anomalías estructurales del sistema nervioso ni del cerebro. Este tipo de epilepsia es el más misterioso para los veterinarios, ya que los investigadores aún no han identificado su causa. La única conclusión fiable a la que han llegado científicos y médicos es una predisposición particular a sufrir convulsiones epilépticas en ciertas razas de perros. Se considera que los perros salchicha, retrievers, collies, labradores, pastores alemanes y caniches están en riesgo, especialmente entre 1 y 5 años de edad. Se ha demostrado científicamente que los perros beagle heredan la epilepsia.

Sintomático

Se refiere a un tipo secundario de enfermedad y puede aparecer como resultado de anomalías congénitas del desarrollo (hidrocefalia), patologías cerebrales o infecciones y lesiones pasadas.

Las convulsiones epilépticas sintomáticas ocurren en perros jóvenes menores de un año de edad o en aquellos que han cruzado la barrera de los 5 años.

Reactivo

Se presenta como una enfermedad concomitante en presencia de un diagnóstico subyacente o en respuesta a un daño cerebral tóxico. La epilepsia reactiva suele resolverse tras el tratamiento de la afección subyacente. Presenta el pronóstico de recuperación más favorable.

Criptogénico

Esta es la forma más compleja de la enfermedad, ya que sus lesiones no son detectables en la resonancia magnética. Se presenta tras la privación de oxígeno durante el parto o tras una anestesia prolongada durante una cirugía. Se caracteriza porque en el 15% de los casos no responde a la terapia utilizada y las convulsiones no se detienen con el uso de medicamentos.

Refractario

Esta es la siguiente etapa en el desarrollo de la epilepsia criptogénica. Caracterizado por resistencia a los medicamentos. Cuando no es posible continuar el tratamiento con medicación, los dueños de perros a menudo deciden acabar con el sufrimiento de su mascota mediante la eutanasia.

Causas de ocurrencia

Causas de la enfermedad en los perros

No existe ninguna acción específica que desencadene los ataques, ya que todos ocurren de forma espontánea.

La epilepsia verdadera es de naturaleza primaria, ya que se cree que su causa es genética. El riesgo de desarrollar la enfermedad es mayor en la línea directa de herencia, es decir, de madre a hijo. Varios cachorros de una camada pueden sufrir epilepsia al mismo tiempo.

Todos los demás tipos de la enfermedad son secundarios y tienen factores específicos que contribuyen al desarrollo de crisis epilépticas:

  • complicación después de infecciones previas - enteritis, moquillo;
  • anomalías del desarrollo o enfermedades oncológicas del cerebro;
  • disminución de la función tiroidea;
  • daño hepático;
  • nivel bajo de azúcar en la sangre;
  • patologías cardiovasculares;
  • envenenamiento de un perro debido a helmintiasis o entrada de sustancias tóxicas en la sangre;
  • dieta desequilibrada, falta de vitaminas del grupo B;
  • lesiones en la cabeza.

Las estadísticas muestran que los desequilibrios hormonales aumentan el riesgo de convulsiones epilépticas. Por lo tanto, los dueños de perros hembra y macho castrados deben vigilar de cerca su comportamiento, especialmente durante períodos de estrés o agotamiento emocional.

La epilepsia es común en perros de raza pura, pero los perros mestizos prácticamente no la padecen. Esto puede deberse en parte a la endogamia, que ha dado lugar a razas propensas a la epilepsia.

Síntomas

Síntomas de la epilepsia en perros

Los síntomas pueden aparecer rápidamente, en unos pocos segundos, o durante un largo período de tiempo, aproximadamente una hora.

El signo principal de la epilepsia son las convulsiones graves en un perro. Sin embargo, antes de hacer un diagnóstico definitivo, el veterinario debe descartar otras condiciones que puedan causar convulsiones:

  • enfermedades cardíacas o pulmonares que pueden provocar que el perro pierda el conocimiento;
  • Inflamación del oído medio o disfunción vestibular, cuando el animal pierde la coordinación e inclina la cabeza hacia un lado. Esta afección se resuelve al poco tiempo.
  • lloriqueos y espasmos durante el sueño;
  • Síndrome del estornudo inverso: los músculos del pecho se contraen bruscamente, el aire entra ruidosamente en la laringe y el perro se queda paralizado, arqueando el lomo. Este fenómeno es completamente normal, especialmente en razas pequeñas y perros braquicéfalos. Debido a la corta tráquea y al paladar blando alargado, este se retrae hacia la garganta al inhalar.

El cuadro clínico de la epilepsia en perros se divide en varios tipos:

  • Ausencia o convulsión de pequeño mal. Se caracteriza por una convulsión que puede durar de 5 a 7 segundos a 1 o 2 horas. El animal no presenta convulsiones; el comportamiento inusual consiste en contracciones musculares y mirada vidriosa. Esta condición es bastante rara y el dueño del perro puede no notar la convulsión. Sin embargo, es una manifestación de la epilepsia, cuando la enfermedad se limita a una sola zona de la corteza cerebral.
  • Convulsión generalizada. Presenta todos los signos clásicos de la epilepsia: la cabeza del perro se echa hacia atrás, todo el cuerpo y las extremidades sufren convulsiones y la respiración se vuelve ruidosa. En el punto álgido de la convulsión, el perro puede orinarse encima, y ​​se observan agresividad y alucinaciones. Las pupilas se dilatan, el animal pierde el conocimiento o realiza movimientos involuntarios, como patalear o caminar de un lado a otro.
  • Ataque parcial. Los rasgos característicos incluyen espasmos de músculos individuales, morderse la mandíbula, girar la cabeza hacia un lado y congelarse en esta posición.

La epilepsia idiopática casi siempre se acompaña de convulsiones generalizadas. En el período previo a una convulsión, unas horas o minutos antes, el perro puede entrar en un estado de "aura", caracterizado por un aumento de la ansiedad, lloriqueos constantes sin motivo aparente y temblores leves en todo el cuerpo. El perro también puede mostrar deseos de huir o, por el contrario, esconderse.

La mayoría de las veces, las convulsiones epilépticas ocurren durante la noche o temprano en la mañana, por lo que el propietario debe estar alerta ante los signos de una convulsión. La duración del período de manifestación activa de la enfermedad es de hasta varias horas.

Las razas grandes son propensas a sufrir convulsiones durante actividades vigorosas, mientras que los perros pequeños pueden comenzar a temblar durante actividades tranquilas.

Si su mascota presenta al menos un síntoma característico de una crisis epiléptica, es necesario someterla a un examen completo por un neurólogo veterinario, realizar los análisis de sangre y hormonas necesarios y realizar exámenes de hardware.

Cómo detener un ataque

Ayudar a un perro

Según sus características las convulsiones se dividen en conductuales, parciales, leves y mixtas.

Ante los primeros signos de un ataque epiléptico, el propietario debe asegurarse de que el perro esté completamente en reposo y brindarle primeros auxilios:

  1. Para evitar lesiones, coloque una pequeña almohada plana debajo de la cabeza del animal.
  2. Gire la cabeza para que el perro no se ahogue con su propio vómito o saliva.
  3. Tome medidas para enfriar al animal: limpie su vientre con un paño húmedo, apunte un ventilador hacia el perro o abra las ventanas.
  4. Asegúrese de que haya silencio absoluto en la habitación, retire a otros animales y niños de la habitación.
  5. Llame a su perro por su nombre de vez en cuando: se cree que el animal puede soportar más fácilmente una convulsión si escucha su propio nombre y la voz tranquila de su dueño.

Evite intentar abrirle la mandíbula a un perro con la intención de introducirle un objeto en la boca (similar a un ataque humano), ya que esto podría causarle lesiones en la cavidad bucal. Además, la fuerza de la mordedura de un perro es tal que el dueño corre el riesgo de sufrir lesiones graves.

Durante una convulsión, el propietario debe permanecer con el perro. Si el ataque no se detiene en 1 a 1,5 horas o se observa fiebre alta, el animal debe ser trasladado inmediatamente a un hospital.

Si la convulsión cesa en casa, su mascota debe disfrutar de total tranquilidad y seguridad. El animal puede permanecer agresivo durante un tiempo. Por lo tanto, es recomendable limitar sus movimientos e intentar calmarlo lo máximo posible.

No se recomienda administrar ningún medicamento durante una convulsión. Basta con registrar la hora de inicio y la duración de la convulsión en un diario. Tras examinar al perro, el veterinario puede recetar anticonvulsivos para aliviar la convulsión. Antes de esto, incluso un simple sedante puede ser perjudicial.

Tratamiento

Tratamiento de una mascota enferma

Un veterinario le recetará medicamentos para tratar a su mascota después de realizar todas las pruebas necesarias.

Si a un perro se le diagnostica epilepsia después de realizar una anamnesis y un examen completo, tendrá que recibir tratamiento durante el resto de su vida, ya que esta enfermedad es incurable. La remisión permanente y sostenible, en la que las convulsiones cesan por completo, también es inalcanzable. La función del veterinario es recetar medicamentos que prolonguen el intervalo entre convulsiones tanto como sea posible.

Si la epilepsia de una mascota es reactiva o sintomática, la atención se centra en el tratamiento de la afección subyacente que causa las convulsiones. A menudo, la cirugía para la hidrocefalia o la desintoxicación resultan en una recuperación completa y las convulsiones cesan por completo.

En la epilepsia verdadera, están indicados los medicamentos anticonvulsivos si las convulsiones ocurren más de una vez al mes. En estos casos se prescriben sedantes:

  • Fenobarbital. Se caracteriza por su rápida acción y la posibilidad de utilizarlo en diferentes formas farmacéuticas.
  • Fenitoína. Relaja los músculos y tiene un marcado efecto anticonvulsivo. Sin embargo, no tiene efecto sedante.
  • Diazepam. Ayuda a detener un ataque desde el principio, pero no funciona durante mucho tiempo.

En casos agudos, durante una convulsión, a los perros se les administran enemas de hidrato de cloral o polvo de hexamidina. Estos medicamentos pueden aliviar las convulsiones tónico-clónicas en los animales afectados.

Todos los medicamentos farmacéuticos deben administrarse únicamente según lo prescrito por un veterinario y bajo estricta supervisión. Algunos medicamentos tienen efectos secundarios importantes, como depresión y somnolencia, así como efectos adversos en el hígado y el tracto gastrointestinal. Si su mascota presenta algún signo de enfermedad después de tomar un tratamiento anticonvulsivo, es importante informar a su veterinario para que le pueda recetar medicamentos alternativos.

La eficacia de los medicamentos para la epilepsia solo se logra con la administración regular en la dosis prescrita. Los dueños de perros deben estar preparados para administrar el medicamento recetado diariamente, a menudo en horarios específicos. Se realizan análisis de sangre trimestralmente para determinar la concentración del fármaco.

Además de anticonvulsivos específicos, al perro se le pueden recetar medicamentos preventivos: vitaminas del grupo B, Omega-3, valeriana. Para aliviar la condición de un animal enfermo, se utilizan métodos de medicina alternativa: acupuntura o remedios homeopáticos.

Si la epilepsia es refractaria, la farmacoterapia convencional suele ser ineficaz. Medicamentos específicos como el levetiracetam y la libromida (bromuro de potasio) pueden ayudar a reducir la frecuencia de las convulsiones.

Cuidando a una mascota enferma

Cuidando a una mascota enferma

Desafortunadamente no todos los dueños de perros pueden encargarse del cuidado y el tratamiento de por vida de una mascota.

Hace apenas unas décadas, la epilepsia significaba la muerte para un perro enfermo. Hoy, con un diagnóstico oportuno y la medicación anticonvulsiva adecuada, un animal puede vivir bastante tiempo. La plenitud de su vida depende enteramente del dueño: el dueño debe proporcionarle al perro unas condiciones de vida cómodas y una medicación regular.

Para prevenir ataques es necesario seguir recomendaciones importantes:

  • evitar la sobrecarga física y emocional: juegos activos, visitas a campos de entrenamiento;
  • no estresar al perro participando en exposiciones, no permitir el apareamiento;
  • Durante los paseos, permita que su perro interactúe con otros animales, pero tenga cuidado de no forzarlo demasiado. Si su mascota muestra signos de convulsión, llévela a casa inmediatamente, ya que otros animales podrían atacarla.

El propietario debe prestar especial atención a la nutrición del perro. Si su mascota está acostumbrada al alimento seco, elija marcas con bajo contenido proteico. Generalmente, los veterinarios no recomiendan alimentar con alimento seco a perros epilépticos, ya que los ingredientes pueden no coincidir con los indicados en la etiqueta y las croquetas pueden contener exceso de sodio o proteína. Por lo tanto, el dueño del perro deberá asegurarse de que su alimento esté elaborado con ingredientes naturales.

A la hora de alimentar con comida natural es necesario reducir al máximo el contenido de carne y bajo ningún concepto añadir sal a la comida. Para enriquecer el pienso con vitaminas y microelementos, es recomendable utilizar los siguientes productos para su preparación:

  • El mijo es una fuente de potasio;
  • El pescado graso hervido es una fuente de ácidos poliinsaturados Omega-3;
  • Las legumbres son una proteína vegetal que compensa la falta de proteína animal;
  • Las zanahorias hervidas son una fuente de vitamina B, manganeso y potasio.

Incluso si los medicamentos recetados se toman con prontitud, nadie puede garantizar la ausencia de convulsiones, y el dueño no puede estar con el perro las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Para garantizar la máxima seguridad de la mascota, es recomendable colocarla en una habitación especial o un recinto improvisado, libre de esquinas afiladas y objetos frágiles mientras el dueño no esté.

Sin embargo, al acondicionar el espacio, no convierta el recinto en una jaula: estar encerrado puede provocar una sobreexcitación emocional en el perro y provocar otra convulsión.

Consecuencias y previsiones

Pronóstico de recuperación

Siguiendo ciertas condiciones de vida para una mascota con epilepsia (dieta, ejercicio moderado, etc.) es posible eliminar por completo las consecuencias de la enfermedad.

El pronóstico de la epilepsia canina varía según el caso. Depende de la gravedad y la frecuencia de las convulsiones, la causa de la enfermedad y su progresión. Independientemente de estos factores, las condiciones de vida y el cuidado del perro son fundamentales.

La vida de un perro con epilepsia depende completamente de su dueño. Con el conocimiento necesario sobre cómo detener las convulsiones en perros y un tratamiento adecuado para la epilepsia, puede prolongar y mejorar la calidad de vida de su mascota. La atención veterinaria oportuna y el tratamiento adecuado, la administración regular de anticonvulsivos y garantizar el estado de calma del perro pueden minimizar el número de convulsiones a solo unas pocas por año. En estas condiciones, la esperanza de vida de un perro epiléptico es casi comparable a la de los representantes sanos de esta población.

Solo el estado epiléptico grave supone un riesgo para la vida de un perro: cuando las convulsiones se suceden y el tratamiento farmacológico tiene un beneficio limitado. En este caso, el animal puede morir por edema cerebral o paro respiratorio durante los espasmos musculares del pecho. La gravedad de esta situación requiere hospitalización inmediata y cuidados intensivos. En casos extremadamente graves, el perro puede ser sacrificado.

Un perro diagnosticado con epilepsia tiene derecho a una vida plena. La atención de todos los miembros de la familia, el cumplimiento de las pautas de mantenimiento y cuidado, y el tratamiento adecuado bajo supervisión veterinaria son la clave para garantizar una mascota feliz, a pesar de su grave enfermedad.

Comentarios

1 comentario

    1. Vladilav

      Tenemos epilepsia refractaria. ¿Dónde puedo comprar este libromide?