¿Por qué a los perros no les gustan los gatos?

La frase "vivir como perro y gato" se ha convertido en un eslogan desde hace mucho tiempo. De hecho, las razones por las que a los perros les desagradan los gatos radican en sus diferencias fundamentales. Es difícil siquiera llamarlo "desagradar"; simplemente son diferentes.

Las principales diferencias entre perros y gatos

Los animales que suelen vivir uno al lado del otro difieren en una serie de características:

  • Comportamiento. A todos los perros les encanta socializar y se esfuerzan por iniciar el contacto, y lo hacen de forma bastante activa: ladran, hacen ruido, corren y retozan alrededor de un posible amigo y compañero. Los gatos, en cambio, tienden a preferir la soledad y observar su entorno desde lejos.
  • Temperamento. Los perros son naturalmente activos, decididos e impulsivos. Los gatos son reservados, imperturbables e incluso un poco indiferentes.
  • Señales corporales. Los perros y los gatos muestran sus emociones de manera diferente y, con frecuencia, estas manifestaciones tienen significados opuestos en los animales.
Gato y perro

Científicos británicos realizaron una investigación que descubrió que los gatos secretan enzimas especiales que afectan negativamente a los perros (provocando agresión y agitación).

El significado de algunas de las señales de los gatos y los perros:

  • Mientras que los perros mueven la cola con todas sus fuerzas para expresar afecto e interés, los gatos utilizan dichos movimientos para demostrar la proximidad de un peligro y una sensación de irritabilidad.
  • Cuando un perro levanta la pata es una invitación a jugar, lo que el gato percibe como una acción amenazante.
  • El ronroneo de un gato es una expresión del más alto grado de placer, mientras que el gruñido de un perro es un signo de amenaza y una señal de un ataque inminente.

Razones del comportamiento

La naturaleza cazadora, transmitida a los perros por sus antepasados, ha llevado a que los perros perciban a todo aquel que no forma parte de su familia como objeto de caza. Y lo primero que les viene a la mente es perseguir y perseguir a sus posibles presas. A menudo, los perros persiguen a los gatos simplemente por curiosidad y por el deseo de olfatearlos y tocarlos. Pero los felinos tienden a evitar cualquier contacto y, al ver a un perro embistiendo, salen corriendo, provocándolo con su comportamiento.

El perro muerde al gato

Los perros son representantes de la familia de los cánidos y depredadores, este animal inicialmente considerará a todas las demás criaturas como caza, sin importar si es un gato o un mapache.

A veces, los gatos se quedan paralizados y arquean el lomo al ver a los perros, indicando que están listos para atacar a cualquiera que perturbe su privacidad. Sin embargo, los perros no comprenden esta señal y, al intentar olfatear o lamer al gato, reciben garras afiladas en su curioso hocico.

Cómo hacer que un gato y un perro sean amigos

Un gato y un perro duermen juntos

Por lo general, dividir el territorio y aclimatar dos animales a un apartamento lleva aproximadamente una semana.

Seguir ciertas reglas puede contribuir a la vida tranquila de tus mascotas:

  • Consigue un gatito y un cachorrito a la vez. A medida que crezcan juntos, los bebés se acostumbrarán y encontrarán puntos en común.
  • Al introducir un cachorrito en una casa con un gato adulto, no lo introduzcas inmediatamente en su territorio. Primero, preséntalos en un lugar neutral, aumentando gradualmente la duración del contacto.
  • Si se lleva un gatito pequeño a una casa donde vive un perro adulto, se le debe poner bozal durante los primeros días y no se le debe permitir perseguirlo, ya que podría asustarlo. También es mejor alimentarlos en habitaciones separadas al principio, y solo llevarlos a la misma zona bajo supervisión.

La paciencia y la amabilidad del dueño ayudarán gradualmente a las mascotas a establecer contacto y una relación cálida bajo el mismo techo. Lo principal es dedicarles el mismo tiempo y atención para evitar celos.

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