A muchos gatos les encanta masticar o lamer bolsas de plástico. Este comportamiento no es normal. Exploremos las razones de este hábito y sus peligros.
El paquete aún conservaba el olor de la comida.
Los gatos pueden sentirse atraídos por el olor de la comida almacenada en las bolsas, especialmente la carne y el pescado. Es mejor desecharlas inmediatamente.
El polietileno blando alivia el dolor de muelas.
Masticar puede ser una forma de aliviar el dolor. Si un gato padece una enfermedad dental o bucal, podría lamer o masticar instintivamente bolsas de plástico blandas para aliviar el dolor.
Además de las enfermedades dentales, existen otros motivos que pueden llevarnos a querer "darnos un capricho" con bolsas de plástico:
- estado de estrés (cambio en la composición familiar, renovación, mudanza a un nuevo lugar);
- mala nutrición;
- Problemas digestivos (bolas de pelo atrapadas en el estómago).
El gato se siente atraído por el material.
Para evitar que las bolsas se peguen, se les añaden lubricantes durante la producción. Estos contienen ácido esteárico, derivado de la grasa animal. Algunos felinos disfrutan mucho del olor y el sabor de estas sustancias.
Los fabricantes ahora producen bolsas biodegradables. Están hechas de almidón de maíz, que también puede resultar agradable al paladar de los gatos.
Y no olvides que tu mascota puede sentirse atraída por el color o la forma del bolso.
El gato se siente atraído por el sonido susurrante.
Los felinos tienen una afinidad especial por los crujidos y silbidos. Esto se debe a su capacidad para detectar objetos en movimiento en momentos de peligro o de caza. Por lo tanto, el crujido es un potente irritante para las mascotas. Si un gato doméstico carece de estimulación física y emocional (que se proporciona mediante el juego regular y adecuado), intentará compensar lamiendo bolsas de plástico.
Las bolsas de plástico representan un riesgo potencial para la vida y la salud de los animales. Los trozos de plástico pueden alojarse en las vías respiratorias y causar asfixia en los gatos. Su ingestión puede provocar una obstrucción intestinal, lo que requiere cirugía de emergencia para salvar la vida de la mascota.



