El gatito abandonado prácticamente no tenía posibilidades de sobrevivir.

Un transeúnte en la ciudad de Nueva York vio un gatito. Al principio, el hombre pensó que estaba muerto, pero resultó estar vivo. El transeúnte lo llevó a una clínica veterinaria, donde los médicos lo salvaron.

Un caluroso día de julio, un transeúnte en la ciudad de Nueva York vio a un gatito con el cordón umbilical aún adherido. Al principio, el hombre creyó que estaba muerto, pues tenía la piel quemada por el sol y una pata gravemente herida. Sin embargo, resultó que estaba vivo. El hombre lo llevó a una clínica veterinaria cercana.

La Dra. Joan Leotta alimentó a la gatita con fórmula y le dio medicamentos antideshidratación. La gatita se llamó Chita. Se sentía mal y necesitaba atención profesional constante. Joan recurrió a Beth Stern, cuidadora profesional de gatitos.

El gatito era muy pequeño.

Beth y el equipo veterinario cuidaron a Chita durante siete semanas. Gracias a estos cuidados, la pequeña sobrevivió a una diarrea prolongada, una infección respiratoria, deshidratación e infección por suciedad que se había infiltrado en su herida.

Finalmente, la gatita tuvo la fuerza suficiente para salir del hospital. La pequeña está creciendo muy cariñosa y dulce. Nunca pierde la oportunidad de acurrucarse en los brazos de la gente o sentarse en sus regazos.

Gracias a la atención profesional, el bebé sobrevivió. Gracias a la atención profesional, el bebé sobrevivió.

La semana pasada, la declararon completamente sana y lista para ser adoptada por una familia, que la encontró rápidamente. Chita vive actualmente en un nuevo hogar con dueños cariñosos.

Chita creció, se recuperó y encontró un hogar permanente.

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