5 síntomas que indican que tu gato tiene gastritis

La gastritis es una enfermedad asociada a la inflamación de la mucosa gástrica, que puede afectar no solo a humanos, sino también a animales, incluidos los gatos domésticos. La gastritis se clasifica en aguda o crónica. La gastritis aguda tiene una manifestación pronunciada y se identifica fácilmente por sus síntomas, mientras que los síntomas de la gastritis crónica son comunes a muchas otras enfermedades.

Disminución del apetito

Cualquier animal con gastritis sufre pérdida de apetito. Esto es comprensible, ya que la mascota tiene dolor de estómago, suele tener mala salud y ni siquiera quiere pensar en la comida. Cuando un gato está muy enfermo, puede rechazar por completo la comida, incluso sus golosinas favoritas.

Si su mascota rechaza la comida sin motivo o presenta otros signos de enfermedad, es importante llevarla a un especialista. Si no presenta otros síntomas alarmantes aparte de la negativa a comer, conviene revisar su dieta y comprobar si está deteriorada.

Letargo de las mascotas

Un gato puede volverse menos activo debido a la edad, ya que los animales mayores prefieren tumbarse y descansar. Sin embargo, si un animal previamente sano y activo se vuelve repentinamente letárgico, es hora de alertar. La gastritis o una úlcera estomacal pueden provocar que un gato se vuelva letárgico, apático y deje de jugar. A veces, incluso puede esconderse en rincones oscuros para evitar ser molestado. Si nota este comportamiento en su mascota, llévela al veterinario inmediatamente antes de que la enfermedad se agrave.

Sed constante de agua

La gastritis en gatos causa una intensa sensación de ardor y dolor de estómago, además de una sed insaciable, y el animal bebe mucho pero no come nada. Si la sed es el único síntoma presente, puede deberse al sobrecalentamiento (por ejemplo, en una habitación sofocante durante el verano).

La mascota está preocupada

Durante ataques severos, el gato puede comportarse de forma errática y ansiosa. No puede quedarse quieto, camina de un lado a otro constantemente, parece agitado y se niega a que lo toquen, especialmente en la barriga.

Durante los ataques agudos, el animal permanece con las patas delanteras bien separadas y la cabeza agachada.

El gato tiene diarrea.

Cualquier tipo de gastritis en gatos tarde o temprano causará problemas intestinales. Por ejemplo, la gastritis hipoácida causa diarrea, mientras que la hiperácida causa estreñimiento. Cualquier problema intestinal en una mascota debe ser motivo de preocupación para el dueño; este síntoma no debe ignorarse, especialmente si ya se observan coágulos de sangre en las heces del animal. En este caso, es fundamental llevar al animal al veterinario de inmediato, ya que podría sufrir consecuencias graves.

Otros síntomas de gastritis

La gastritis y las úlceras en gatos se caracterizan por una amplia gama de síntomas, pero no todos se presentan necesariamente en el mismo animal. Cada animal experimenta la enfermedad de forma diferente, pero la gastritis suele presentar varios de los siguientes síntomas:

  • aumento de la temperatura corporal (no siempre);
  • vómitos después de comer, a veces con bilis o sangre;
  • pérdida de peso rápida;
  • pelaje opaco;
  • capa gris en la lengua;
  • halitosis.

En la gastritis crónica, el cuadro clínico puede ser impreciso. La enfermedad se desarrolla gradualmente a lo largo de varios años, y los dueños no siempre notan a tiempo los cambios en el comportamiento y la apariencia de su mascota.

Causas de la enfermedad

La lista de razones por las que un gato puede sufrir gastritis es simplemente enorme, pero aquí están las más comunes:

  • el animal comió algo incomestible, por ejemplo, un juguete, su propio pelaje, una planta venenosa, etc.;
  • alimentar con alimentos secos de mala calidad (no puedes escatimar en la nutrición de tu mascota, esto puede provocar enfermedades y tratamientos costosos);
  • estrés;
  • comida demasiado caliente o demasiado fría (la comida del gato debe estar a temperatura ambiente);
  • gusanos;
  • litiasis urinaria;
  • un cambio brusco en la dieta (por ejemplo, de comida natural a comida seca o viceversa);
  • infecciones;
  • hongo;
  • pancreatitis y mucho más.

Si la gastritis es causada por una enfermedad, el veterinario debe realizar las pruebas y exámenes necesarios y tratar primero la enfermedad subyacente, y luego tratar las consecuencias, es decir, la gastritis.

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