Mi gato come semillas de girasol: ¿debo preocuparme por los hábitos alimenticios de mi mascota?

A muchos gatos les encantan las semillas de girasol. Esto no es sorprendente, ya que este premio aporta vitaminas, minerales y nutrientes. Sin embargo, introducir semillas de girasol en la dieta de un gato requiere precaución, ya que, de lo contrario, pueden causar daño en lugar de beneficio.

Beneficios de las semillas de girasol para las mascotas

Las semillas de girasol son beneficiosas para los gatos gracias a sus ácidos grasos, proteínas, oligoelementos y vitaminas. El consumo regular de semillas de girasol le da a su pelaje un aspecto saludable, haciéndolo más grueso y brillante. Además, mejora su vitalidad general, ya que su composición tiene un efecto beneficioso sobre los sistemas cardiovascular y nervioso.

Las semillas de girasol contienen un complejo de vitaminas del complejo B, responsables del funcionamiento normal del sistema nervioso. La vitamina A mejora la visión, la vitamina E ayuda a fortalecer las paredes de los vasos sanguíneos y la vitamina D favorece el buen funcionamiento de los huesos, las uñas y los dientes. Además, el producto contiene una gran cantidad de aminoácidos y ácidos grasos poliinsaturados, que tienen un efecto antioxidante y benefician el aspecto y la calidad del pelaje.

Las semillas de girasol también contienen una serie de micro y macroelementos:

  • zinc;
  • calcio;
  • yodo;
  • hierro;
  • fósforo;
  • selenio;
  • sodio;
  • silicio;
  • magnesio.

Para evitar efectos secundarios, limite el consumo de semillas. Una cucharada de semillas trituradas cada 2 o 3 días es suficiente.

¿Qué daños pueden causar las semillas de girasol a un gato?

Una sola semilla ingerida por un animal, incluyendo la cáscara, no causará daño. Sin embargo, pueden surgir problemas al consumir grandes cantidades de semillas sin cáscara. Las cáscaras se acumulan en los intestinos, formando un tapón que impide la defecación y provoca una obstrucción. En este caso, sin atención veterinaria inmediata, la mascota corre un alto riesgo de muerte.

Además del bloqueo, las semillas sin pelar pueden causar los siguientes problemas:

  • traumatismo en las encías, que puede provocar su inflamación;
  • un corte en la membrana mucosa de la garganta, que en casos graves puede provocar la muerte;
  • Daños intestinales menores que eventualmente pueden llevar al gato a desarrollar cáncer.

Además, las semillas contienen mucha grasa, lo cual puede ser perjudicial para la salud de los gatos, especialmente si tienen problemas hepáticos o colesterol alto. El alto contenido de fósforo de estas semillas también es indeseable para los animales. Es importante recordar que los gatos son carnívoros, por lo que su tracto gastrointestinal no está adaptado para digerir alimentos vegetales, lo que puede provocar alergias.

¿Qué gatos no deben comer semillas de girasol en absoluto?

Las semillas de girasol no son aptas para la dieta de todos los gatos. Esto depende de la salud de cada animal. No le dé este producto a su mascota en los siguientes casos:

  • con niveles elevados de colesterol;
  • en presencia de enfermedades hepáticas;
  • si es alérgico al aceite de girasol;
  • para enfermedades del tracto gastrointestinal, acompañadas de ulceración de la membrana mucosa;
  • en caso de inflamación de la cavidad bucal y encías (hasta su eliminación).

Los expertos también desaconsejan alimentar con semillas a gatitos menores de seis meses, ya que podrían desarrollar obstrucción intestinal (incluso con semillas refinadas). Además, no se deben administrar a los gatos pastas de semillas de girasol comerciales ni halva. Contienen azúcar, que debe eliminarse de la dieta del gato.

Alimentar o no a su mascota con semillas es una decisión personal. Sin embargo, si se administra según las pautas recomendadas, este producto puede enriquecer su dieta y aportarle vitaminas, minerales y otros nutrientes esenciales.

Comentarios

1 comentario

    1. Galina

      A mi gato le encanta el aceite de girasol, una vez que lo huele, no puede parar.