7 comandos que puedes enseñarle a cualquier gato

Todos sabemos que los gatos son difíciles de entrenar, pero con un poco de comunicación y sutileza, incluso a un gato se le pueden enseñar órdenes básicas. Es una ventaja si tu mascota está predispuesta a aprender.

Dame tu pata

Para enseñarle esta orden a tu mascota, coloca una golosina en la palma de tu mano, acércala al gato y dile: "¡Dame la pata!". El gato debería poner la pata en tu palma y recibir su recompensa. Si no lo hace, pon la pata en tu palma. Así, recordará la conexión entre las acciones: poner la pata en tu palma y recibir comida a cambio. Cada vez que lo logre, además de la golosina, acarícialo y elógialo para que comprenda la conexión.

"Ven a mí"

Para enseñarle esta orden, llame a su gato por su nombre y añada la orden "¡Ven!". Si no viene corriendo enseguida, acérquese a donde le esté dando de comer, llámelo por su nombre y coloque la comida en su plato. Es importante que su gato no esté lleno; es mejor hacerlo después de un paseo o de jugar. Cuando se acerque al plato y empiece a comer, llámelo de nuevo. No olvide elogiar a su gato cada vez que tome las decisiones correctas con respecto a esta orden.

"Traelo"

Algunos gatos arrebatan algo con solo llevárselo a la boca, sin encontrarlo nunca. Para enseñarle esta orden, lanza una pelota o un juguete y di "¡Trae!". Es una ventaja si no es una orden aparte, sino parte de una sesión de juego, y si la pelota o el juguete es el juguete favorito de la mascota. En cualquier caso, después de la orden, el gato debe devolverle la pelota o el juguete a su dueño. Sin embargo, si se lo lleva, no lo recompenses; las golosinas solo se dan si la orden se ejecuta correctamente.

Di miau

Puedes enseñarle esta orden a tu mascota. Simplemente sostén su golosina favorita en la palma de la mano, muéstrala para que la huela y no se la des de inmediato, solo cuando diga "miau". Así, empezará a pedirla, y en ese momento, dale la orden "¡Di miau!". Con el tiempo, la orden precederá al "miau" del gato y tu mascota aprenderá a esperar antes de hablar.

Atender

Si a tu gato le gusta pararse sobre sus patas traseras (algunas razas incluso tienden a hacerlo), puedes enseñarle la orden "Servir". Para ello, sujeta la comida en la palma de la mano, muéstrala levantando ligeramente la mano y di "¡Servir!". El gato se levantará sobre sus patas traseras. Si no lo hace, usa la otra mano para ayudarlo a levantar ligeramente las delanteras. Luego, recompénsalo con una golosina, acarícialo y elógialo.

"Lugar"

Enseñarle esta orden a un gato es bastante sencillo. Cada mascota tiene un lugar favorito en la casa: una casa o una cama. La secuencia de esta orden consiste en atraer al gato a su lugar con su golosina favorita, colocar la golosina en su lugar y decir "¡Lugar!". El gato debería saltar allí y comerse la golosina. Después de varias sesiones de entrenamiento, puede colocar la golosina en la casa o en la cama y repetir la orden.

El truco del salto

Este truco no es tan difícil de realizar. Empieza colocando una silla o un aro frente a tu gato y dale la orden "¡Arriba!". Sostén una golosina en la mano para animarlo a realizar la acción deseada. Si esto no sucede y tu gato evita el obstáculo o no hace nada, asegúrate de que la silla o el aro estén siempre en su camino (y que la golosina los siga).

De esta manera, dominará el truco más rápido. Una vez que tu gato domine el aro con seguridad, puedes subirlo un poco más con cada nueva sesión de entrenamiento. Así, tu gato aprenderá a saltar por el aro o a subirse a una silla cuando se lo ordenes.

La clave para entrenar a un gato es evitar cansarlo con sesiones largas; de 3 a 5 minutos son suficientes. De lo contrario, su mascota podría mostrar su temperamento y negarse a obedecer una orden. Para un entrenamiento exitoso, es importante considerar el estado de ánimo de su querido amigo de cuatro patas, para que el entrenamiento sea una alegría tanto para el gato como para su dueño.

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