4 hechos que demuestran que los gatos son más geniales que los humanos

Viven junto a nosotros: adorables y discretas criaturas peludas. Pueden saltar hasta el quinto piso sin correr, distinguir casi 50 tonos de gris y predecir terremotos y desastres. Aquí tienes algunos datos que demuestran que los gatos poseen cualidades maravillosas y son, en muchos sentidos, superiores a sus dueños.

Ellos oyen mejor

Alrededor de 30 pequeños músculos mueven el canal auditivo del gato, permitiendo que los órganos auditivos adopten muchas posiciones diferentes.

Los expertos creen que los gatos, e incluso los perros, oyen mucho mejor que los humanos: un regalo de la naturaleza a sus ancestros, los cazadores nocturnos. La sensibilidad de los gatos al sonido es cuatro veces mayor que la de los humanos.

Nuestras mascotas pueden identificar con precisión la fuente de un sonido. Los gatos también oyen sonidos de alta frecuencia inaudibles para los humanos y perciben diferencias de tono. Por lo tanto, a menudo se puede ver a un gato mirando fijamente un punto; en ese momento, tu amigo peludo está captando la información sonora.

Tener un mejor sentido del olfato

El olfato de los gatos, que les permite sobrevivir incluso en entornos hostiles, es 14 veces más agudo que el de los humanos. Esto les permite seleccionar alimentos en buen estado, detectar la proximidad de enemigos y encontrar una pareja adecuada.

El sentido del olfato de un gato le ayuda a evitar perderse, ya que su entorno suele estar marcado por otros mamíferos. Este órgano, asociado principalmente con el olfato, distingue a los gatos de otros animales. Se encuentra en la zona nasal y desemboca en la cavidad oral. Se trata del órgano de Jacobson, llamado así en honor al reconocido científico danés. Sus funciones aún son objeto de debate entre los expertos. Se cree que el órgano de Jacobson permite a los gatos analizar la composición química de los alimentos e incluso predecir desastres naturales, como erupciones volcánicas, deslizamientos de tierra y terremotos.

Ven mejor en la oscuridad

Los gatos no ven con claridad en condiciones de luz intensa; su entorno natural es la luz difusa y el crepúsculo. A partir de medio metro se necesita observar el campo de acción de caza de un gato. Los animales nocturnos destacan en este aspecto: su agudeza visual genéticamente modificada les permite percibir objetos con detalle y claridad (ven seis veces más claros que los humanos).

Los gatos tienen visión binocular, al igual que muchos mamíferos y los humanos: enfocan ambos ojos en un objeto de interés y obtienen información precisa sobre su posición en el espacio. Tienen una visión periférica más amplia que los humanos. Además, ven los objetos en movimiento con mayor claridad que los estáticos.

Saltan más alto y corren más rápido.

Incluso un gato que trota lentamente puede superar en velocidad a una persona que camina a una velocidad moderada. Los expertos estiman que la velocidad de un gato al correr es de aproximadamente 13 kilómetros por hora.

Sin embargo, los velocistas peludos pueden lograr resultados increíbles: 50 kilómetros por hora.

En cuanto al salto de altura, es poco probable que los humanos puedan igualar a sus mascotas en un futuro próximo. En un momento de peligro, ¡un gato puede saltar hasta 3 metros! Dado el tamaño y la longitud promedio de un gato, esa altura equivale aproximadamente a la de un edificio de cinco pisos.

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