¿Debería tener un perro o un gato? Esta pregunta suele resolverse sola. Al fin y al cabo, la elección de una mascota depende de la personalidad de cada persona, y los amantes de los gatos son tan diferentes de los amantes de los perros como los propios animales son diferentes entre sí.
Carácter típico de un amante de los gatos.
Los amantes de los gatos son introvertidos. No necesitan sacar a pasear a sus gatos, sino que se reúnen en grupos con otros dueños para compartir noticias y hablar de los hábitos de sus mascotas. El espacio de la casa está sutilmente dividido para que tanto el gato como su dueño siempre tengan privacidad.
Las personas que aman a los gatos valoran la comodidad, la limpieza, el orden y la paz del hogar. Tienen mente propia, suelen ser reservados y pueden ser impredecibles e histéricos. Son propensos a la soledad. En las relaciones, son directos, honestos y testarudos. Pero son capaces de mostrar afecto y amor genuinos.
Los amantes de los gatos suelen ser noctámbulos, lo que les permite concentrarse en sus sentidos y relajarse por la noche. No les gusta el ruido, aunque prefieren vivir en la ciudad. Al fin y al cabo, es más fácil proteger la privacidad en la ciudad.
Otra característica de los amantes de los gatos es su curiosidad exploradora. Disfrutan observando el comportamiento de un animal más que controlándolo. Y estudiar los hábitos felinos es muy interesante. Son independientes y únicos. Estos peludos depredadores no han perdido su conexión con la naturaleza, y cada Murzik que vive en un apartamento es, en esencia, un pequeño tigre.
Los científicos prefieren a los gatos. Se cree que quienes los eligen tienen mayor inteligencia que quienes tienen perros.
Si los rasgos de carácter de la persona gato están desequilibrados, puede ser retraído y neurótico, egoísta y misántropo.
Los amantes de los gatos también son siempre cuidadosos en sus movimientos y están en guardia para no pisar accidentalmente la cola o la pata de un cachorro de tigre que se acerca sigilosamente.
Carácter típico de un amante de los perros.
Los amantes de los perros son extrovertidos. Son más sociables que los amantes de los gatos, amigables y enérgicos. Están dispuestos a hacer mucho ejercicio, toleran el mal tiempo y el barro durante los paseos, e inventan nuevas actividades y rutas. Disfrutan interactuando con las personas e influyéndolas, pero al mismo tiempo, también son fácilmente influenciables. Se integran bien en grupos y siguen las reglas. Son capaces tanto de liderar como de realizar tareas monótonas y repetitivas.
Estas personas suelen ser positivas y resistentes al estrés. Disfrutan de las fiestas ruidosas y tienen muchos amigos y conocidos. Los amantes de los perros suelen confiar fácilmente en la gente, lo que a menudo los deja vulnerables a mentiras y traiciones. Son más abiertos y receptivos que los amantes de los gatos. Prefieren pasar tiempo con niños pequeños y adolescentes. También son mejores cuidando enfermos. Suelen estar orientados a la familia, no toleran bien la soledad y son devotos y cariñosos.
Si hablamos de rasgos negativos de los amantes de los perros, estos incluyen la duda y la agresión, especialmente entre aquellos que poseen razas de pelea.
El carácter de quienes tienen un gato y un perro
A menudo, las personas no tienen preferencias tan polarizadas como para elegir un solo animal. Muchos tienen perros y gatos. Pero, curiosamente, si a alguien le encantan los perros, es más probable que quiera un gato que viceversa. Una persona con gatos tiende a ser más fiel a su naturaleza, ya que un perro puede transformar por completo su cómodo estilo de vida.
En general, quienes aman a los animales suelen tener un enfoque creativo ante la vida, una visión amplia y altos estándares éticos. Después de todo, cuidar de las mascotas no es una condición necesaria para la supervivencia humana; es un acto desinteresado. Es algo que la gente hace simplemente por alegría, por el alma.
¿Qué puedes decir de las personas a las que no les gustan las mascotas?
Algunas personas son indiferentes a las mascotas. Suelen ser personas con inteligencia limitada y con ideas erróneas sobre el mundo que las rodea, en particular sobre los animales, sus vidas y hábitos. En ocasiones, sufren trastornos neuróticos y temen contraer enfermedades de sus perros o gatos.
Generalmente, cuanto más saludable y próspera es la vida de una persona, más capaz es de amar y cuidar a los demás. Y quienes tienen dificultades para afrontar sus propias vidas carecen de los recursos emocionales necesarios para cuidar de una mascota.
Así, al elegir una mascota, una persona revela su mundo interior a los demás. Una mascota también puede revelar mucho sobre su dueño, su carácter, estilo de vida y hábitos.
