Cómo bañar correctamente a un hámster: consejos para el baño

No es necesario bañar a un hámster con mucha frecuencia. Sin embargo, el concepto mismo de bañar a esta mascota es bastante arbitrario. Los hámsteres son animales muy limpios y solo se ensucian mucho por descuido o accidente. Eliminan fácilmente la suciedad común de su cuerpo, lo que no causa problemas a sus dueños. Pasan mucho tiempo acicalándose y peinándose, igual que un gato doméstico. Los hámsteres se asean hasta cinco veces al día, además de limpiar su casa.

Los hámsteres, tanto en libertad como en casa, suelen usar arena limpia como limpiador. Incluso si algo ocurre y tu mascota se ensucia mucho, es mejor evitar bañarla; el baño en sí mismo es bastante peligroso para estos roedores. Se pueden usar toallitas húmedas para eliminar la suciedad incrustada, reservando el baño para los casos más extremos.

¿Puedo bañar a un hámster?

No se recomienda bañar a un hámster como se bañaría a un niño o incluso a un gatito: el contacto frecuente con el agua acorta significativamente su vida. Los hámsteres no están adaptados a estar sumergidos en agua, ni siquiera hasta el cuello. A diferencia de otras mascotas, su pelaje no es muy denso y su característica única es que no repele el agua.

¿Puedo bañar a un hámster?

El contacto con el agua también puede provocar la caída del pelo. Al sumergirse en agua, el pelo de un hámster absorbe mucho líquido y, tras un baño forzado, tarda mucho en calentarse. Su piel tampoco es especialmente resistente: el contacto con el agua aumenta significativamente el riesgo de daños.

Al ser animales típicamente terrestres, los hámsteres son completamente incapaces de flotar, y mucho menos de nadar. Si se sumergen accidentalmente en el agua y no hay forma de colocarse de forma que expongan su hocico, mueren rápidamente. El ahogamiento no es la única causa: incluso si el hámster tiene algo para respirar, el riesgo de muerte posterior es alto.

Esto se asocia con una hipotermia rápida, que puede provocar neumonía, así como un sistema inmunitario debilitado. Los detergentes, que a menudo no están diseñados específicamente para animales, sino para humanos, tampoco tienen ningún efecto beneficioso. Sabiendo que el agua está contraindicada, incluso cuando se les obliga a bañarse bajo la supervisión del dueño, el animal se pone extremadamente nervioso, forcejea y experimenta un estrés severo, lo que puede provocar insuficiencia cardíaca.

En casos extremos, el baño puede provocar una crisis nerviosa tan grave que el animal rechazará la comida y el agua, se esconderá de los humanos e incluso intentará suicidarse. Las tácticas del dueño, como secarlo rápidamente con un secador de pelo, solo empeoran la situación: el hámster le tiene pánico a este aparato eléctrico, y el aire excesivamente caliente aumenta el riesgo de lesiones.

El problema es que, al intentar escapar de su dueño, un hámster puede caer al suelo o a una bañera llena de agua. Ambas situaciones pueden causar daños en los órganos internos, provocando la muerte de la mascota. Debido a los altos riesgos, antes de bañar a tu hámster, es importante considerar cuidadosamente si los beneficios superan los riesgos.

Los hámsteres se bañan en agua si:

  1. Está contaminado con alimentos que podrían ser perjudiciales para su salud (miel, salsas como mayonesa, mermelada dulce, etc.). Si el hámster se lame estos alimentos del pelaje, podría intoxicarse y enfermarse.
  2. La "suciedad" resultó ser productos químicos domésticos (detergentes sintéticos, desinfectantes, pintura, cosméticos, etc.). Su ingestión puede provocar no solo enfermedades, sino también la muerte rápida del animal.
  3. El hámster fue atacado por ácaros u otros parásitos, una infección por levaduras o hongos, etc.

Si no ha ocurrido nada parecido, es mejor evitar los baños preventivos. Evite bañar a los hámsteres si emiten olores desagradables: la mayoría de las veces, estos olores no se deben a un problema específico (los hámsteres se limpian bien el pelaje), sino a su entorno (cama vieja, comida rancia, etc.).

En este caso, se debe limpiar la vivienda del hámster: cambiar la arena, limpiar los platos, lavar toda la jaula y los accesorios.

Si el olor desagradable proviene del animal, se debe llevar al veterinario, pero no bañarlo. Es importante tener en cuenta que, durante el celo, las hembras naturalmente tienen un olor mucho más fuerte y desagradable de lo habitual.

Cómo lavar correctamente a un hámster

Lavar a un hámster con agua es difícil, así que si es necesario, es mejor pedir ayuda. La habitación debe estar libre de corrientes de aire y el agua debe estar a una temperatura agradable (30-35 °C).

Cómo lavar correctamente a un hámster

Lavar un animal con agua es un procedimiento riesgoso y consta de los siguientes pasos:

  1. Preparación para el baño. Primero, comprueba la reacción de tu mascota al agua e intenta que se acostumbre al baño. Levanta al hámster y acércalo al agua. Si tu mascota está aterrorizada, no lo bañes: simplemente lávalo con las manos mojadas y discos de algodón, sin sumergirlo.
  2. Si no hay ningún temor particular, prepare toallas con antelación, además de un baño con agua. El champú no suele ser necesario a menos que lo prescriba un veterinario; en ese caso, se necesita una solución especial para roedores pequeños. Coloque un paño en el fondo de la bañera para evitar que resbale.
  3. Después de colocar al hámster en una tina pequeña con agua, lávelo suavemente a mano, humedeciendo gradualmente cada nueva sección de su pelaje. Evite zonas como las orejas y los ojos, y lave solo toda la cabeza como último recurso. Se usa un cepillo si la mascota no le teme.
  4. El secado después del baño consiste en secar bien al hámster con una toalla suave y seca. Se pasa la toalla por el pelaje y se envuelve al animal hasta que esté completamente seco. Si el hámster se inquieta demasiado, se le pueden dar sus golosinas habituales.

Si la inmersión en agua es inevitable, cepíllelo con un cepillo de dientes húmedo. Los peines comunes también son adecuados para eliminar la suciedad adherida al pelaje. A veces, también se necesitan tijeras de uñas para recortar el pelo sucio, incluyendo el que se queda pegado a chicles y objetos similares.

Bañar a los hámsteres en arena limpia es mucho más seguro. No les hace daño y la mascota la disfruta mucho más que el agua que detesta. Las tiendas de mascotas venden arena especial diseñada específicamente para hámsteres: tiene una composición granulométrica óptima y está libre de polvo fino. Básicamente, el dueño solo tiene que colocar un recipiente con arena en la jaula; el hámster hará el resto. Sin embargo, no deje el recipiente con arena en la jaula durante mucho tiempo; de lo contrario, se convertirá rápidamente en una letrina.

Los discos de algodón y las toallitas húmedas se consideran métodos alternativos para limpiar el pelaje de las mascotas. Sin embargo, estas toallitas están impregnadas de fragancias y alcohol, cuyo olor puede no ser del agrado de todos. Por lo tanto, es mejor usar discos de algodón simples, humedeciéndolos moderadamente con agua y limpiando el pelaje de su mascota.

¿Con qué frecuencia se puede lavar un hámster?

En cuanto a los tratamientos con agua, deben realizarse con la menor frecuencia posible, solo en casos extremos. Esto aplica no solo al uso de una bañera llena de agua, sino incluso a los cepillos húmedos: el agua afecta negativamente el estado del pelaje del animal. Los baños de arena, por otro lado, pueden administrarse a diario, ya que los hámsteres disfrutan jugando en la arena. Sin embargo, los veterinarios también recomiendan moderación: por muy especial que sea la arena, sigue conteniendo partículas finas (o, en otras palabras, polvo). Las partículas de polvo pueden inhalarse, por lo que incluso los baños de arena frecuentes son indeseables. La dosis recomendada es de una a dos veces por semana.

¿Con qué frecuencia se puede lavar un hámster?

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Consejos y matices

Antes de bañar a tu hámster, lee atentamente la información sobre el tema. Durante el procedimiento, tranquilízalo lo máximo posible.

Consejos y trucos para lavar a tu hámster

Para acostumbrar a tu mascota al agua, puedes ir dejando caer agua con una pipeta sobre su lomo poco a poco a lo largo de varios días.
Al bañar a tu hámster, no solo debes asegurarte de que no entre en pánico. También debes llenar la bañera con suficiente agua para que, incluso si se te resbala accidentalmente, pueda ponerse de pie y sacar el hocico al aire. Una capa de agua de 2 a 3 cm suele ser suficiente.

El agua fría es peligrosa, pero el agua caliente lo es aún más. Los hámsteres tienen un corazón débil por naturaleza, con una frecuencia cardíaca de al menos 180-200 latidos por minuto. El agua demasiado caliente aumenta significativamente esta frecuencia, lo que puede provocar un infarto.
Los champús para humanos están contraindicados para hámsteres: se enjuagan mal y el animal lamerá cualquier resto de detergente. Su ingestión puede causar intoxicación. Una acidez inadecuada también influye significativamente: el pH del champú para humanos no es adecuado para roedores y puede irritar su piel. El jabón común, incluido el de ropa, es aún peor. Si no encuentra un detergente específico para hámsteres en su tienda de mascotas, puede comprar uno diseñado para conejos y otros roedores. En cualquier caso, el uso de detergentes requiere un enjuague completo sin dejar residuos.

Después del baño, controle atentamente el estado del animal durante varios días: durante este tiempo es muy probable que enferme.

Bañar a un hámster no es nada esencial y solo debe hacerse en casos extremos. Estos animales son capaces de mantenerse limpios, y si accidentalmente se ensucian mucho, es mejor buscar un método que no sea agua para eliminarlos.

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