6 rasgos de comportamiento de gatos y perros que pueden ayudar a predecir las heladas

Ya no podemos imaginar nuestras vidas sin los pronósticos meteorológicos. Pero durante siglos, nuestros antepasados ​​predijeron los cambios en las condiciones meteorológicas basándose en el comportamiento de nuestros hermanos menores.

Veamos cosas que hacen los perros y los gatos cuando se acercan las heladas.

Un gato y un perro duermen en una bola.

Antes de que llegue el frío, estos animales se acurrucan, se enroscan la cola y se pegan las patas al cuerpo. También pueden buscar un lugar más cálido, recostarse sobre objetos suaves y esponjosos o intentar dormir cerca de la gente.

Esta posición permite conservar el máximo calor posible. Si tu gato o perro duerme así, es probable que sufras una ola de frío.

Si un gato se lame la cola

Una cola esponjosa que un gato lame diligentemente significa que habrá una tormenta de nieve.

El comportamiento del animal en este momento es diferente al habitual: ante una tormenta de nieve, los gatos están claramente nerviosos y el pelo de su cola se eriza.

El animal come poco y duerme mucho.

A medida que se acercan las fuertes nevadas y el clima frío, los gatos y los perros pueden dormir más de lo habitual y su apetito puede reducirse.

Comen menos de lo habitual, pero no deben rechazar la comida por completo. En ese caso, conviene llevar a la mascota al veterinario.

El gato se tapa la nariz con la pata mientras duerme.

Los gatos son muy sensibles a las condiciones climáticas. Si se cubren la cara con las patas mientras duermen, es señal de que se avecinan heladas.

Y si el gato duerme así durante varios días seguidos, el resfriado llegará rápidamente y será bastante fuerte.

El animal araña las paredes o ventanas.

Probablemente hayas visto a tus mascotas arañar constantemente el papel pintado o el marco de la ventana. No las regañes demasiado rápido; esto podría ser una advertencia de que se acerca un viento fuerte y frío.

Su comportamiento también cambia: las mascotas se vuelven inquietas, se acercan más a las personas y los perros pueden aullar.

El animal se rasca detrás de la oreja.

Según la creencia popular, los gatos se frotan las orejas con las patas antes de una tormenta de nieve. Existe una interesante explicación científica para esta superstición: los gatos son muy sensibles a los cambios y fluctuaciones de la presión atmosférica.

Sus tímpanos y oídos internos son muy sensibles, y antes de una tormenta de nieve, su presión arterial baja, lo que les causa molestias. Para aliviar la molestia, los felinos se rascan las orejas frenéticamente.

Comentarios