Es improbable que alguno de nosotros haya considerado alguna vez cómo sería la Tierra si la humanidad se extinguiera repentinamente. El dominio humano probablemente sería reemplazado por otras especies del reino animal, cuya población ya no podría ser controlada.
Ratones y ratas
Los residentes de viviendas particulares conocen mejor que nadie el problema de los roedores, que atacan sus hogares a la menor oportunidad. Se han desarrollado numerosos métodos para combatirlos, desde trampas inofensivas hasta venenos mortales. Si bien los humanos no pueden eliminar por completo estas plagas, sí pueden reducir fácilmente su número. Resulta que son precisamente nuestras acciones las que impiden que los roedores se sientan los verdaderos dueños del mundo.
En nuestra ausencia, la vida de ratas y ratones cambiará drásticamente. Primero, consumirán todo el alimento disponible. Luego, comenzarán a atacar a otros animales e incluso a luchar entre sí. Y después de cientos de miles de años, los roedores comenzarán a evolucionar, convirtiéndose en habitantes de la Tierra más sofisticados e inteligentes. Según el científico Richard Dawkins, en condiciones favorables, las ratas son capaces de dominar y reprimir a otros animales.
Osos
Estos depredadores son capaces de destrozar a sus enemigos, incluyendo a los humanos, en cuestión de minutos. Pero gracias a que sabemos usar armas para matar a los osos atacantes, su población se mantiene bajo control. Se considera que estos animales tienen poca inteligencia e incapacidad para actuar deliberadamente. Impulsados por el instinto y el instinto de supervivencia, los humanos tienen una ventaja significativa sobre ellos.
Si dejamos de obstaculizarlos, los osos rápidamente dominarán el mundo animal. El científico británico Ashley Bennison cree que estos mamíferos tienen todas las posibilidades de desarrollar un alto nivel de inteligencia. Además, con la desaparición de los humanos, los depredadores dispondrán de abundante alimento en forma de pequeños animales, que actualmente constituyen la mayor parte de nuestra dieta.
Tigres y leones
La población de estos animales disminuye constantemente debido a la actividad humana, que los caza constantemente. En consecuencia, tigres y leones se ven obligados a buscar zonas aisladas donde puedan vivir sin ser molestados. Actualmente, se sabe que el número de tigres en el planeta es inferior a 3500, y solo 200 viven en Rusia. Los leones, por su parte, suman aproximadamente 20 000.
En ausencia de humanos, estos depredadores emergerán de las sombras y gradualmente invadirán el planeta. Los tigres comenzarán a reclamar territorios que los protegerán de la invasión de otros animales. A diferencia de los leones, existen varias subespecies resistentes al frío y, por lo tanto, son capaces de ocupar grandes extensiones de la Tierra. Los leones, por otro lado, llevan un estilo de vida cooperativo y viven en colonias, por lo que comenzarán a luchar conjuntamente contra los animales vecinos.
Hormigas
A pesar de su pequeño tamaño, estos insectos pueden ser bastante molestos. Muchas personas sufren sus ataques en otoño y primavera, cuando las hormigas buscan alimento en las casas y jardines. Hoy en día, billones de estos insectos habitan el planeta, mientras que la población humana apenas alcanza los 7 mil millones. Y es innegable que su inteligencia supera a la de muchas otras criaturas. Poseen una mente colectiva e incluso han aprendido a usar a los pulgones como si fueran ganado.
En un mundo sin humanos, las hormigas expandirían rápidamente sus colonias y se extenderían por todo el planeta. Su capacidad para colarse en grietas estrechas y crear nidos en cualquier lugar las haría sentir más que cómodas. Además, las hormigas están familiarizadas con el combate y son expertas en desarrollar tácticas militares. Por lo tanto, en las mejores condiciones, probablemente declararían la guerra a otros insectos y comenzarían a exterminar a los miembros más débiles de su propia especie.
perros salvajes y lobos
Todos sabemos que los perros y lobos salvajes viven en manadas. Atacan a sus presas, rodeándolas por todos lados, impidiéndoles escapar. En muchos países subdesarrollados, los perros callejeros representan una verdadera amenaza para la población, ya que su tasa de natalidad es descontrolada. Y en nuestro país, las tragedias relacionadas con las manadas de perros ocurren con frecuencia. Los lobos también emergen cada vez más de los bosques en busca de alimento, que a menudo se encuentra en el ganado.
En ausencia de humanos, estos depredadores se sentirán verdaderamente dueños del planeta. Al principio, ocuparán ciudades y competirán con las ratas por restos de comida. Con el tiempo, comenzarán a evolucionar, volviéndose más sofisticados. Y su capacidad de reproducción rápida les permitirá llenar rápidamente las calles vacías.
Cucarachas
Estos insectos pueden incluso sobrevivir a una explosión nuclear, por lo que probablemente seguirían siendo viables en caso de una catástrofe global. Se reproducen rápidamente y pueden sobrevivir largos periodos sin alimento, lo que les da una ventaja significativa sobre otros insectos.
Claro que, si los humanos desaparecen, no dominarán ni desplazarán a otros animales, pues carecen de inteligencia rudimentaria. Pero es indudable que poblarán el planeta y consumirán todo a su paso.
Monos
Estos habitantes del planeta son muy similares a los humanos en muchos aspectos: pueden pensar, experimentar y expresar emociones, tienen el deseo de comunicarse y cuidan a sus crías. Investigaciones a largo plazo han demostrado que algunas especies de simios son capaces de utilizar las herramientas disponibles, lo que ya indica su inteligencia avanzada. Los científicos creen que, con la desaparición de los humanos, habitarían ciudades y vivirían con mayor libertad, pero no podrían poblar todo el planeta.
En primer lugar, esto se debe a la naturaleza termófila de estos animales, cuyo hábitat es muy limitado. En segundo lugar, sus ejemplares estarían expuestos a ataques de los mismos perros, lo que impediría que los monos expandieran su población.









