El jaguarundi es un animal muy inusual que antiguamente era mascota de los nativos americanos. Hoy lo analizaremos más de cerca.
Los yaguarundis son felinos que se parecen tanto a un puma como a un jaguar.
Su longitud corporal es de 75-80 cm, la altura a la cruz es de 25-35 cm y el peso hasta 10 kg.
El pelaje es suave y grueso, y a veces los gatitos pueden tener manchas que se parecen a la piel de un guepardo, pero el patrón se desvanece con el tiempo.
Su esperanza de vida alcanza los 15 años. Además, los jaguarundis son muy meticulosos en la crianza de sus crías, cuidándolas hasta que cumplen entre un año y medio y dos años.
Los animales tienen un cuerpo grácil y fuerte, son excelentes nadadores, pero no les gusta trepar a los árboles.
El hocico y las orejas son redondeados, como los de una nutria, y la cola es muy larga.
Viven en sabanas, en llanuras, así como en lo alto de las montañas y en los bosques tropicales pantanosos de América Central y del Sur.
Este gato también sorprende por la variedad de tonos de color: pueden ser marrones, rojos, grises, pero no encontrarás en ellos pelaje blanco, ni una sola mancha.
Los yaguarundis son intrépidos, inteligentes y astutos, atacan sólo a aquellos animales que pueden manejar.
Y antes de atacar, pueden acechar y rastrear a sus presas durante horas, esperando el momento adecuado.
Otra habilidad inusual de estos gatos, además de ronronear y maullar, es que pueden imitar los sonidos de los pájaros y otros animales, pudiendo aullar y silbar.
Tienen una dieta variada; los gatos comerán felizmente animales pequeños, reptiles, peces e incluso insectos.
No rechazan frutas ni verduras y comen uvas con gusto.
Entre los felinos, sólo el jaguarundi puede esperar a su presa durante una hora, sentado sobre sus patas traseras y empujando su fuerte cola contra el suelo.
Y después de tenderle una emboscada a la víctima, desde esta posición da un salto ultrarrápido de dos metros.
Los científicos han concluido que los jaguarundis fueron los primeros gatos domesticados que, sin miedo a los humanos, se establecieron cerca de sus hogares y exterminaron sin piedad ratas y ratones, así como serpientes e insectos que amenazaban a las personas y los suministros de alimentos.
Los yaguarundis no son una especie en peligro de extinción, pero algunos estados ya están preocupados por su bajo número.
Este felino sólo puede tenerse como mascota si se dispone de una propiedad grande, y aunque los jaguarundis son fáciles de domesticar, siguen siendo cazadores salvajes que prefieren la soledad y el espacio.




















