Cómo reconocer la depresión en tu perro

Los trastornos del estado de ánimo relacionados con el estrés afectan no solo a los humanos, sino también a nuestros amigos de cuatro patas. Si sospecha que su mascota se ha vuelto menos activa o no responde a sus golosinas favoritas, es posible que simplemente esté deprimida. Para ayudar a su querido familiar a volver a la normalidad, es importante aprender a reconocer los síntomas de tristeza en los perros.

¿A qué puntos debes prestar atención?

Tu perro se ha vuelto más retraído.

Los perros se encuentran entre los animales más sociables. Les encanta escuchar lo que se les dice o las preguntas que se les hacen, y algunos emiten diversos sonidos como respuesta. Normalmente siempre están dispuestos a interactuar con sus congéneres y miembros de la familia.

Signos de abstinencia en una mascota:

  • comenzó a acostarse solo más a menudo;
  • Ya no saluda a los miembros de la familia como antes, mueve la cola con lentitud y no se lame. Hay casos en los que la mascota simplemente se queda mirando fijamente y no reacciona a lo que sucede a su alrededor.
  • no quiere comunicarse;
  • parece abatido (cola metida, ojos tristes, orejas caídas);
  • realiza los mismos movimientos durante mucho tiempo (se lame las patas, la cola).

El estilo de vida se ha vuelto menos activo.

Un perro sano nunca se negará a jugar con su dueño ni con otros perros al aire libre. Un perro deprimido perderá interés en las cosas que antes le alegraban.

  • renuncia a sus juegos favoritos;
  • no muestra ningún interés en los acontecimientos que ocurren en la calle;
  • camina perezosamente en lugar de correr;
  • deambula lenta y aleatoriamente por el apartamento:
  • Sigue lentamente las órdenes del dueño.

El perro se niega a comer

A todos los perros les encanta comer y rara vez ignoran la cena, especialmente su golosina favorita. Las excepciones son:

  • Clima cálido. Las razas con pelaje cálido tienen menos apetito en verano y beben más agua. Además, las razas con hocicos cortos lo pasan mal en el calor.
  • Si un perro tiene acceso constante a comida y golosinas, es posible que no muestre interés en la comida debido a que está malcriado.

Una mascota deprimida puede olfatear el plato de comida sin mucho interés y luego alejarse. La negativa total a comer puede indicar una afección médica subyacente. Si no se detecta ninguna otra causa, la depresión podría ser un posible diagnóstico.

El perro duerme más a menudo

Cuando está deprimida, su mascota preferirá dormir a pasear y jugar. Los perros adultos suelen dormir entre 14 y 16 horas. Antes de realizar un diagnóstico, considere los siguientes factores:

  • Edad. Los cachorros necesitan dormir entre 18 y 20 horas. Los perros mayores, de siete años o más, duermen más.
  • Tamaño. Las razas de perros pequeños, como los pomeranias y los chihuahuas, necesitan más tiempo para dormir bien. Los perros muy grandes también agradecen una siesta más larga.
  • Entorno. Si no ocurre nada interesante a su alrededor, a menudo tiene que pasar el día solo. Probablemente duerma más tiempo. Los perros guardianes, ya sean de una casa particular o entrenados específicamente para la vigilancia del hogar, pueden dormir de forma intermitente, ya que su función principal es la de vigilar.

Lo principal que te ayudará a sospechar la depresión en un perro.

  • Un evento traumático previo. Incluso los dueños más cariñosos a veces pasan por alto cambios críticos en el comportamiento de su perro. ¿Recuerdas lo que pasó el día antes de que tu mascota empezara a portarse mal? Quizás experimentó un estrés intenso. Un cambio de entorno, el nacimiento de un hijo, la separación de su dueño, el propio nacimiento del perro e incluso la intensa emoción de las emociones positivas pueden dar lugar a un estado de ánimo depresivo.
  • Estrés crónico (ocurre diariamente, miedo, ansiedad, soledad, preocupación por alguna razón).

La capacidad de interpretar las señales corporales de su mascota puede ayudarle a retomar rápidamente una vida activa. Si no está seguro de cómo ayudar a su mascota, consulte con un zoopsicólogo o un adiestrador canino; ellos podrán brindarle un diagnóstico adecuado y recomendaciones de tratamiento. La ausencia de eventos desencadenantes de depresión puede indicar una afección médica subyacente. En este caso, lo mejor es consultar con un veterinario.

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