Un perro en lugar de fitness: ¿cuántas calorías quemamos cuidando una mascota?

Las mascotas tienen un impacto profundamente positivo en la salud física y mental de las personas. Además de mejorar el estado de ánimo y el bienestar emocional, los perros ofrecen ejercicio adicional. Así que, si ir al gimnasio no te ayuda a perder peso, considera tener un perro. Te explicaremos cómo cuidar de una mascota puede ayudarte a quemar calorías.

Bañar y cepillar a un perro

Pasear con tu mascota inevitablemente acabará con el pelaje y las patas sucias. Por lo tanto, tendrás que lavarle las patas cada vez que vuelvas a casa. Esto ejercita los músculos de los brazos y los hombros y sirve como buen calentamiento. Claro que no quemarás muchas calorías; unas 50 kcal en 10-20 minutos de esta actividad.

Dependiendo de la época del año, el lavado diario de las patas tomará un poco más o menos de tiempo. Bañar a tu mascota por completo consumirá al menos media hora y unas 200 calorías. Esto requiere estar constantemente agachado y de pie, lo que ejercita los músculos de la espalda, el abdomen y las piernas.

Después del baño, es necesario cepillar a tu perro. Sin embargo, todos los dueños dedican al menos una hora a la semana a este procedimiento, y si tu mascota tiene pelo largo, tomará aún más tiempo. Este es un excelente ejercicio para la cintura escapular y los músculos de las extremidades superiores, ya que el cepillado implica movimientos repetitivos de la mano. Un perro grande y alto requiere entrenamiento adicional para los músculos abdominales y de los muslos.

Paseos diarios

Los entrenamientos en el gimnasio son aburridos y repetitivos. Una habitación cerrada con el mismo equipo, la falta de aire fresco y la falta de variedad no favorecen la pérdida de peso. Pasear a tu perro es otra historia. Requiere ejercicio diario y regular, ya que a tu mascota no le importa tu cansancio ni el mal tiempo. Tu perro debería pasearse al menos dos veces al día, lo que significa que tu dueño caminará a tu lado a paso rápido. Puedes elegir rutas nuevas cada día, lo que significa que no te aburrirás.

Caminar ejercita principalmente los músculos de las extremidades inferiores. También ejerce una tensión adicional sobre la columna vertebral y los músculos rectos del abdomen. Y lo más beneficioso de caminar al aire libre es el excelente ejercicio cardiovascular que proporciona. Caminar aumenta la frecuencia cardíaca, respiras más profundamente y llega más oxígeno al corazón. Y si eliges una zona montañosa para tu paseo, experimentarás una nueva forma de actividad física en lugar de simplemente caminar: senderos de tierra.

La cantidad de calorías quemadas durante una caminata depende directamente de tu peso corporal, la duración de la caminata y la intensidad de tus movimientos. Por ejemplo, pasear a un perro a un ritmo promedio para una persona de 80 kg durante una hora quemará unas 240 kcal. Una caminata más intensa o más larga quemará más energía.

Juegos con un perro

El aspecto más variable del adiestramiento canino son los juegos. Algo tan sencillo como lanzar una pelota o un frisbee entrena la cintura escapular, desarrollando el movimiento y la precisión de la articulación del hombro. Cada vez que el perro te devuelva la pelota, tendrás que agacharte, lo que ayuda a trabajar los músculos abdominales y lumbares. En resumen, un paseo activo de una hora al aire libre con tu perro y sus juguetes será un sustituto perfecto de un gimnasio sofocante.

Si tienes una pista de obstáculos cerca, tanto tú como tu perro disfrutarán pasando tiempo juntos. Tu mascota aprenderá algunas órdenes nuevas y se divertirá corriendo por los toboganes y obstáculos, y tú quemarás cientos de calorías corriendo junto a él.

Más allá del simple ejercicio y la quema de calorías, un perro también inculca disciplina y enseña orden y una rutina regular. Los niños de una familia con un cachorro aprenderán rápidamente a guardar las cosas en el armario, ya que la mascota podría morderlas. Y los adultos, al dar la bienvenida a un nuevo miembro a su hogar y a su corazón, se sentirán un poco más felices. Al fin y al cabo, un perro en casa nos llena de emociones positivas, haciéndonos revivir nuestra infancia y apreciar los pequeños detalles.

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