Existen muchos métodos de adiestramiento canino. Los adiestradores solían seguir métodos estrictos: castigar a los perros con dolor (golpes) por cada mal comportamiento. Sin embargo, no todos están de acuerdo con este método. Existen varias reglas para un adiestramiento tranquilo, tanto para el dueño como para el animal.
No golpees al perro
Para evitar traumas psicológicos, es mejor evitar el castigo físico. De lo contrario, el perro perderá la confianza en su dueño y podría empezar a evitarlo. Golpear sin provocación ni justificación puede fomentar la agresividad en el perro. No importa con qué se golpee al animal: con la mano o con algo que tenga a mano (un periódico o una zapatilla). En cualquier caso, la mascota percibirá al dueño como la fuente de la agresión.
Castigar al perro en la escena del crimen
Los perros no pueden formar cadenas lógicas mentalmente ni razonan causa y efecto. Para castigar a un amigo de cuatro patas por mal comportamiento, intenta pillarlo en el acto. Solo así el castigo será efectivo.
Explicarle las cosas a un perro tampoco funciona. Si lo llevas a un sofá mordido y empiezas a regañarlo, no entenderá por qué le gritas. Si no puedes pillar a tu mascota portándose mal, puedes elogiarlo por su buen comportamiento: si mordisquea un hueso o un juguete, pero no cables, es un buen chico.
Muéstrale a tu mascota tu disgusto
Si tu perro rompe las reglas de la casa, debes decirle "no" con firmeza pero con calma. Cuando deje de hacerlo, elógialo en voz alta y prémialo con su golosina favorita. Si ignora la orden, repítela. Si sigue sin obedecer, simplemente llévalo a otra habitación y enciérralo allí durante unos 10 minutos. Debes repetir esto cada vez para enseñarle obediencia y las reglas de la casa.
Al usar este método, háblele a su mascota con firmeza pero con calma. Evite gritar. Con un entrenamiento adecuado, su perro obedecerá cuando le diga "no", "no" o "sí" en un tono uniforme.
No olvides recompensar el buen comportamiento.
Recompensar el buen comportamiento es tan efectivo como castigar el malo. Los perros valoran la atención, el cariño y el amor de sus dueños, a quienes perciben como el líder de la manada. Para enseñarle un buen comportamiento, recompense a su amigo de cuatro patas con golosinas y cariño por sus buenas acciones. Con el tiempo, el animal se acostumbrará a recibir una recompensa por ciertas acciones y se esforzará por realizarlas solo.
Este tipo de entrenamiento positivo ayudará a evitar conflictos con su mascota y traerá sólo emociones positivas a todos.
Así, sin usar el palo, usando solo la zanahoria, puedes entrenar a un perro obediente y bien educado. Estos métodos positivos no causarán trauma psicológico ni volverán al animal agresivo, sino que solo le dejarán emociones agradables en la interacción con su dueño.



