Un perro tuerto y sordo ha encontrado una familia amorosa.

Hace muchos años, una niña bajaba de un autobús cuando vio a un pequeño perro rojo que había salido despedido del vehículo. Ella y su madre llevaron al animal a una clínica veterinaria, donde le extirparon un ojo. Ahora el perro tiene un hogar y dueños cariñosos.

Hace muchos años, una joven se bajaba de un autobús cuando vio que un coche se detenía y arrojaba algo pequeño que gemía de dolor. Resultó ser un perro pequeño. Al caer, se golpeó la cabeza y se lesionó gravemente un ojo.

La niña llamó inmediatamente a su madre, Alisha Brandt. Las mujeres llevaron al animal herido a una clínica veterinaria, donde descubrieron que el perro estaba sordo de un oído y tenía un ojo tan dañado que tuvieron que extirparlo.

El perro estaba en malas condiciones, pues había sido abandonado y maltratado. Alisha se apiadó del pobre animal y lo acogió. Inicialmente, las mujeres lo llamaron "Capitán Jack Sparrow", pero luego le pusieron un nombre más sencillo: Meeple.

El perro fue arrojado fuera del auto y quedó ciego de un ojo.

Pero, por desgracia, las desgracias del perro no acabaron ahí. Tiempo después de mudarse a casa de Alisha, Mipley saltó del sofá y se rompió la pata trasera. La fractura fue tan grave que el veterinario recomendó extirparla.

A Mipli le va bien.

Y ahí terminaron los problemas del perro. Aunque es un poco diferente a sus compañeros, lleva un estilo de vida activo y le encanta correr y jugar.

Ahora, con diez años, Mipli es un auténtico individuo con personalidad y hábitos propios. No ha crecido mucho y pesa los mismos dos kilos que hace ocho años.

Alisha y su hija viajan constantemente, y el perro siempre las sigue. Ahora, por fin, el perro está bien.

Mipli viaja con su familia

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