Para comprender lo que su amigo de cuatro patas quiere comunicar a través de sus ladridos, es necesario observar el comportamiento del perro durante un período de tiempo y también conocer las razones de este comportamiento.
El perro siente peligro
Un perro puede percibir un peligro inminente que lo amenaza a él o a su dueño. Su instinto se activa y comienza a ladrar con fuerza para alejar la amenaza, ya sea humana o animal. Ladrar puede indicar que alguien ha entrado en el patio o intenta entrar en el apartamento. Ladrar acompañado de un gruñido también advierte de un ataque si el peligro persiste.
Los medios de comunicación están repletos de historias de perros que salvan a sus dueños al advertirles de un incendio u otra amenaza. Esto sucede muy a menudo, así que no subestime ni ignore estos "mensajes".
A veces, un perro está demasiado inquieto. Cualquier crujido o ruido fuera de la puerta del apartamento o durante un paseo provoca ladridos. En este caso, el dueño debe determinar si el peligro es significativo o inexistente, y si la seguridad del hogar y sus habitantes está amenazada.
Se comunican
Los animales tienen su propio lenguaje para comunicarse, y los perros no son la excepción. Se comunican mediante diversas vocalizaciones.
El sonido más común en la comunicación es el ladrido. Los perros muestran su comportamiento y "hablan". Ladrar indica agresión, alerta o miedo. En este caso, ladrar indica una actitud negativa.
Pero ladrar también puede indicar el buen humor de un perro. Puede expresar alegría y deleite.
Un animal ladra cuando caza o para llamar la atención. También comunica sus necesidades y pide que se las satisfagan.
Te saludan
Cuando el dueño regresa a casa, la mascota, juguetona y saltarina, ladra alegremente para saludarlo. Se cree que esta es la forma en que el perro expresa su amor y cariño a sus dueños.
Cuando un perro saluda a su dueño con un ladrido, significa que quiere decirle algo. Pero no es una expresión de amor. La mascota está comunicando que se siente sola, que extraña a su dueño y que lamenta que sus necesidades naturales no estén siendo satisfechas. Conocer a su dueño es una liberación de energía acumulada durante todo el día. Es lamentable, pero los animales no son naturalmente propensos a expresar sus emociones como los humanos.
El perro tiene dolor.
Los perros no se enferman igual que las personas. Tienen un umbral de dolor bastante alto. Intentarán ocultar su malestar porque están programados naturalmente para no mostrar debilidad.
Pero cuando un perro siente dolor, ladra con más frecuencia de lo habitual. También puede enojarse y gruñir en la zona dolorida.
Cuando está enferma, tu mascota puede simplemente tumbarse y gemir o sentarse y ladrar sin parar. Y cuando intentas levantarla, gemirá y chillará.
Algunos perros, incluso estando sanos, pueden emitir sonidos que acompañan sus acciones. Un perro ladra cuando está feliz o gime cuando pide algo. Esto es bastante normal. Pero si un perro emite más sonidos de lo habitual y estos sonidos se acompañan de un comportamiento inusual, el dueño debe prestar atención.
Están defendiendo el territorio.
Muchas personas que viven en casas particulares tienen perros que protegen la propiedad de intrusos. Los ladridos constantes y los zumbidos amenazantes son las mejores maneras de ahuyentar a las personas sospechosas.
Todas las razones anteriores indican que un perro nunca ladrará sin motivo. Por lo tanto, antes de ordenarle que deje de ladrar, conviene comprender los motivos de este comportamiento.



