4 razones por las que tu gato ignora la caja de arena

Los gatos se acostumbran rápidamente a usar la caja de arena, y esto suele funcionar sin problemas. Sin embargo, pueden surgir situaciones en las que tu mascota de repente empiece a ignorar la caja de arena, se niegue a usarla y, en su lugar, haga sus necesidades en lugares inapropiados. Para identificar la causa, necesitas conocer los factores que podrían haber influido en el cambio de comportamiento de tu mascota, y existen varios.

La bandeja huele mal.

La caja de arena podría no estar lo suficientemente limpia. El olor es muy importante para los gatos, ya que son animales muy limpios. La pala para arena también debe estar limpia. De lo contrario, su olor desagradable, imperceptible para los humanos, podría repeler a la mascota.

Incluso si la caja de arena está limpia, puede oler a detergente o jabón excesivamente perfumado con diversos aditivos. El gato no detecta su propio olor, que ya ha usado muchas veces para marcar la caja. Esto lo asusta y lo disuade de usarla. Por lo tanto, después de limpiarla, el aroma característico del gato debería permanecer, incitándolo a usarla una y otra vez.

El gato se siente repelido por el olor de la arena.

Los gatos son muy sensibles al olor de su arena. Si no les gusta o les da miedo, defecan en cualquier lugar, pero no usan la caja de arena. Prefieren la arena fina, similar a la arena. Aún mejor es la arena mineral, que es completamente inodora.

Si una mascota está acostumbrada a un olor determinado y este cambia repentinamente, esto también puede causarle ansiedad y disuadirla de usar la caja de arena, por muy limpia y bien cuidada que esté. Al cambiar la arena, tenga en cuenta las preferencias de su gato. Sin embargo, es mejor no cambiarla a menos que sea absolutamente necesario, ya que el animal ya se ha acostumbrado a un entorno determinado.

La mascota está estresada

El estrés es un factor importante. Un gato puede experimentarlo por diversas razones. Por ejemplo, es posible que sus dueños se hayan mudado a un nuevo apartamento o casa. A los gatos les gusta la constancia, vivir dentro de una rutina a la que están acostumbrados. Y cuando esa rutina cambia, aparece la ansiedad.

El estrés también puede surgir después de una visita al veterinario. El ruido fuerte, los cambios en el apartamento o las reformas realizadas por los dueños también pueden influir. Incluso los conflictos familiares pueden afectar el estado psicológico de un gato.

La llegada de un niño pequeño, un nuevo miembro de la familia o una nueva mascota a casa también genera estrés en un gato. Surge la inseguridad, se pierde la sensación de seguridad y protección, y esto se manifiesta externamente en su comportamiento.

Si surge un problema con la caja de arena, es importante recordar todos los eventos y cambios en la vida de tu gato ocurridos en los últimos 2-3 meses. Un gato puede afrontar un trauma psicológico durante mucho tiempo, pero no siempre con éxito. Por lo tanto, es importante eliminar la fuente de estrés si es posible o permitir que se acostumbre a su nuevo entorno. Y nunca regañes al gato, ya que esto solo agravará el problema.

El gato carece de la atención del dueño.

Los gatos se consideran animales sociales. A pesar de su naturaleza independiente, requieren mucha atención, cariño y cuidado, al igual que los niños. Además, las mascotas lo necesitan a cualquier edad.

Si un gatito o un gato adulto hace sus necesidades en lugares inapropiados de la casa en lugar de en la caja de arena, podría deberse a la falta de atención de su dueño. Esta es la forma en que el gato intenta llamar la atención o vengarse por haber sido olvidado.

La llegada de una nueva mascota puede causar celos. También puede provocar falta de cariño hacia la caja de arena, ya que toda la atención se centra en ella. En este caso, el dueño debe demostrarle su continuo amor al gato y cuidarlo. Lo mejor es proporcionar a cada mascota su propia zona de comida y baño. Es recomendable tenerlas en lugares separados para evitar conflictos y peleas por espacio y territorio.

Un gato puede ignorar la caja de arena y negarse a usarla por diversas razones. A menudo, el dueño es el culpable. El problema comienza mucho antes de aparecer. La paciencia, el cuidado, el amor, la atención y un ambiente hogareño tranquilo le brindarán a su mascota una sensación de seguridad y evitarán los problemas que hacen que el gato deje de usar la caja de arena.

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