Hoy en día, surgen nuevas razas de gatos con tanta rapidez y regularidad que muchas de ellas siguen siendo desconocidas para el ciudadano medio. Entre ellas se encuentran algunos ejemplares bastante raros y exóticos.
Mandalay
Los primeros gatos Mandalay aparecieron en Nueva Zelanda a mediados del siglo XX como resultado del cruce accidental de gatos birmanos de raza pura con gatos callejeros mestizos.
Las circunstancias en las que esto ocurrió siguen siendo desconocidas, pero gracias a la elección independiente de parejas por parte de los exquisitos gatos birmanos, surgió una nueva raza, cuyos representantes hoy en día pueden considerarse entre los ejemplares más hermosos de gatos domésticos.
Los gatitos resultantes de este primer cruce se distinguían por un pelaje uniforme, rico y muy oscuro, que variaba del negro azulado al negro azabache, e incluso el chocolate oscuro. Para consolidar la coloración profunda y uniforme, que otorgaba a la nueva raza una apariencia verdaderamente majestuosa, los reconocidos criadores neozelandeses Horton Dorothy y Haugen Pat, quienes reconocieron su potencial para ser ganadores de exposiciones, los cruzaron primero con gatos abisinios y luego con siameses.
Gracias al cruce de razas, los gatos Mandalai han adquirido no solo su lujoso pelaje negro, sino también una excelente salud. Su esperanza de vida promedio es de 18 a 20 años. Heredaron un sistema inmunitario fuerte, resistencia y fuerza de sus gatos sin pedigrí.
Los representantes de la raza Mandalay, que se distinguen por su tamaño mediano y peso de 4 a 6 kg, son dueños de:
- pequeña cabeza ovalada
- hocico limpio y acortado
- una nariz corta con un puente que tiene una pequeña depresión, de color negro o rosa oscuro
- grandes ojos redondos y dorados
- Cuerpo robusto y fuerte con músculos bien desarrollados.
Los Mandalay se distinguen por su carácter amable y amigable, su carácter juguetón, su sociabilidad, su inteligencia excepcional y su gran facilidad de adiestramiento. No son propensos a la agresividad, se llevan bien con muchas mascotas (excepto roedores, pájaros pequeños y peces, a quienes perciben como presas) y toleran con valentía las travesuras de los niños. Por eso, es seguro tener un Mandalay en un hogar con niños pequeños.
Para comprar un gatito de esta raza, un ciudadano ruso tendrá que viajar a Nueva Zelanda, Estados Unidos o Australia.
Gato australiano Mist
La raza Australian Mist (este es su segundo nombre oficial) se desarrolló en Australia cruzando gatos callejeros locales con gatos abisinios y birmanos.
El objetivo principal de los especialistas australianos era crear una nueva raza que se distinguiera por un carácter equilibrado y tranquilo y un color atigrado único, identificado en los gatos de patio locales.
La criadora local Truda Streid está a la vanguardia del proceso de crianza, que comenzó en 1975. El primer registro de la nueva raza, llamada "spotted mist", se produjo en 1986. En 1998, gracias a la incorporación de genes siameses a la raza, que dio como resultado un gato con manchas jaspeadas y ojos color aguamarina, los estándares de la raza se revisaron significativamente y la raza pasó a conocerse como "Australian Mist".
Las variaciones de color de la raza son bastante diversas: entre sus representantes hay individuos de colores chocolate, dorado, azul, melocotón, lila, caramelo y marrón.
Los gatos de esta raza se caracterizan por la presencia de:
- Cabeza ancha en forma de cuña con contornos redondeados.
- ojos muy separados, grandes y brillantes
- cuerpo musculoso y pesado
- pecho ancho y redondeado
- piernas musculosas de longitud media
- una cola larga con una base ancha, que se estrecha ligeramente hacia la punta
- Pelaje elástico, corto y brillante con subpelo grueso.
Los gatos Mist australianos tienen un carácter muy dócil y tranquilo. Son muy hogareños, se adaptan bien a las largas caminatas y prefieren estar en espacios aislados y cerrados.
Los gatos jóvenes son juguetones y moderadamente curiosos, pero en la edad adulta prefieren la tranquilidad. De naturaleza amigable, toleran a todas las mascotas y se llevan bien con los niños pequeños sin hacerles daño. A pesar de su apego a las personas, toleran fácilmente largos periodos de soledad.
Al gozar de buena salud y no tener predisposición genética a enfermedades, no son exigentes ni en cuanto a dieta ni en condiciones de vida.
Chantilly
Existen dos versiones principales sobre el origen de la raza de gatos domésticos Chantilly:
- Según el primero, dos gatos color chocolate, pertenecientes a una raza que se creía extinta, fueron descubiertos en el sótano de una casa de la ciudad de Nueva York. Sus descendientes se convirtieron en los fundadores de la nueva raza.
- Según la segunda versión, la criadora Jenny Robinson adquirió dos gatitos peludos de diferente sexo con un peculiar pelaje color chocolate en una tienda de mascotas de Nueva York en 1967. Durante dos décadas, las crías de esta pareja pasaron de un criador a otro. En la década de 1980, los gatos Tiffany (como los bautizó la criadora Sigyn Lund) se cruzaron con gatos somalíes, habaneros, chantilly, nibelungos y angora. Gracias a los esfuerzos de la criadora Tracy Oraas, la nueva raza, llamada Chantilly Tiffany, se registró en 1992.
Los representantes inusualmente espectaculares de esta raza poseen:
- complexión elegante y ligeramente alargada
- músculos secos del tipo atlético
- una cabeza pequeña con forma de triángulo romo
- ojos almendrados u ovalados de color ámbar
- Pelo sedoso semilargo, sin subpelo y, por lo tanto, no propenso a enredarse.
- con un peso de 3 a 5 kg.
Muy curiosos y juguetones, los gatitos Chantilly maduran rápidamente y en un año se convierten en animales inteligentes, tranquilos y equilibrados, geniales con los niños y muy apegados a su dueño, al que eligen como uno de los miembros de la familia.
Fáciles de cuidar, requieren cepillado regular solo durante la muda estacional, y es necesario limpiarles las orejas para eliminar el exceso de cerumen al menos una vez por semana. Libres de defectos genéticos, los gatos Chantilly pueden vivir más de 18 años.
Cualquier gato, incluso el de mayor pedigrí, necesita el amor de su dueño. Recuerda que tu cuidado y atención son mucho más importantes para tu mascota que su raza.







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