El Lobero Buriato-Mongol (Bankhar) es una raza antigua desarrollada en Rusia. Esto lo confirman las excavaciones arqueológicas realizadas en el distrito de Ivolginsky de la República de Buriatia. Estas excavaciones han establecido la edad aproximada de la raza en unos 3000 años.
La raza desapareció por completo a principios del siglo XX, pero los cinólogos Marika Teregulova y Nikolai Batov reconstruyeron la apariencia del lebrel buriato-mongol y lo recuperaron. Estos pastores se han utilizado durante mucho tiempo para proteger el ganado y las granjas, en combate y para la caza. Hoy en día, también son excelentes perros de rescate y de compañía.
En combate, los perros lobo utilizan una técnica similar a la que utilizan los leones: al atacar, se abalanzan sobre la cara del enemigo, le cubren la nariz y la boca y, de esta manera, estrangulan al enemigo.
Los buriatos llaman a este perro "khotosho" (khotoche), que significa "lobo de patio" o "guardián del corral".
En el Datsan Ivolginsky se ha creado un vivero para criar y restaurar esta raza.
El Lobero Buriato-Mongol es un perro grande, que alcanza los 75 cm a la cruz y pesa hasta 80 kg. Su cuerpo es compacto y musculoso, con un pecho amplio y un vientre recogido.
Tiene una cabeza grande y mandíbulas muy poderosas.
El pelaje suele ser negro con manchas rojas y canela. Puede ser largo o mediano. También se encuentran pelajes blanco y negro, rojo y, en raras ocasiones, color lobo.
Son perros fuertes, equilibrados, muy devotos de su dueño, nunca atacan primero, pero si es necesario, pueden decidir atacar por su cuenta.
Los perros lobo buriatos-mongoles son muy sociables, juguetones, muy inteligentes, fáciles de entrenar y tienen una memoria excelente.
Son buenos con los niños y neutrales o amigables con los animales que viven en su territorio.
Los extraños son recibidos con cautela.
Los bankhars no son muy exigentes con la comida. Se adaptan bien tanto a la comida seca como a la natural.
Los bankhars, como todas las razas autóctonas, se distinguen por una salud robusta y, con buenos cuidados, viven hasta 15 años.
Esta raza no está diseñada para vivir en apartamentos; es más adecuada para propietarios de casas y propiedades muy grandes. Gracias a su cálido subpelo y a su pelaje repelente al agua, puede vivir al aire libre en un cómodo recinto o una caseta cálida. Sin embargo, conviene dejarlo salir a pasear libremente varias veces al día. Si disfruta de largos paseos por el bosque, un pastor mongol será un compañero excelente.
