Qué hacer si te ataca un perro feroz: 4 formas infalibles de lograr que tu perro suelte las mandíbulas

Un perro no solo es el mejor amigo del hombre. También puede ser un arma formidable. Un animal no solo puede morder, sino también despedazar a su presa. El riesgo de confrontación aumenta si un perro siente miedo de una persona. Cómo protegerse de un ataque de perro y qué hacer si ocurre.

Ataque

Sujete al perro por las patas traseras y levántelo lo más alto posible.

Cuando un perro ataca, la clave es no entrar en pánico. Prepárese para la pelea. Es importante obligar al animal a soltar las mandíbulas.

Cruza los brazos y agarra al perro por las patas traseras. Levántalo lo más alto posible. En esta posición, no podrá alcanzarte. El animal se confundirá y abrirá las fauces.

Si lo sujetas firmemente por las piernas, tíralo por encima de una valla, debajo de un coche o al agua.
Si no hay nada parecido, tíralo contra una pared o un árbol. En esos casos, la compasión es inapropiada. Estás protegiendo tu vida y tu salud.

Golpe en la nariz

Cuando un perro ataca, es importante no perder la cabeza por el miedo. Intenta concentrarte, sobre todo si hay niños cerca.

No dejes que el animal te derribe. Golpéalo en la nariz, pero también en los ojos, la ingle o el estómago. Estas son las zonas más vulnerables del cuerpo del perro.

Golpes fuertes y precisos la dejarán aturdida por un tiempo, y podrás escapar y darles a otros la oportunidad de escapar.

Echarle un puñado de arena en la cara

Si no tienes defensa ni forma de agarrar o golpear al perro, toma un puñado de arena en tu mano.

Extiende la otra mano hacia adelante. El perro seguramente intentará agarrarte la manga. En ese momento, sin dudarlo, échale arena en los ojos.

Esto distraerá al atacante un rato. Los segundos ganados te permitirán escapar o tomar un arma para defenderte.

Date la vuelta para que quedes encima del animal.

Si no se puede evitar un enfrentamiento directo y el perro consigue derribarte, existe una manera de salir victorioso de esta lucha desigual.

Intenta poner al perro boca arriba. Esto lo incapacitará. Presiónalo con tu peso. Presiona el codo y la rodilla contra sus huesos. Siéntate encima y aplica presión firme en su garganta. No dejes que te muerda.

Aplique presión firme en la nuca para evitar que el perro agresivo se mueva hasta que llegue la ayuda. Todos los movimientos deben ser rápidos y precisos. No le dé tiempo a pensar.

Nadie es inmune a un ataque sorpresa de perro. Para aprender a defenderse, es importante conocer los pasos adecuados en estas situaciones.

Nunca huyas de un perro que te ataca; te alcanzará en segundos. Además, estarás de espaldas al feroz animal. Es mejor detenerse y esperar.

El perro podría pasar corriendo. No te asustes; intenta pasar despacio. Pero vigila sus movimientos con el rabillo del ojo. Si te ataca y no puedes hacer nada, apóyate contra una pared. Cúbrete el cuello y la cara y grita lo más fuerte que puedas para que te escuchen.

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