Una nariz caliente y seca en un perro es una señal inequívoca de que el animal experimenta molestias. Pero, ¿cómo saber qué le pasa exactamente? La mayoría de las enfermedades en humanos y animales son similares. La pancreatitis es una de ellas y, por desgracia, también afecta a las mascotas. ¿Qué signos se pueden utilizar para diagnosticar la enfermedad y prevenir complicaciones? Lo explicaremos en este artículo.
Rechazo de comida
Si la comida permanece intacta en el comedero durante mucho tiempo y tu mascota está aletargada e inactiva, no es buena señal. Y si tu perro rechaza incluso su golosina favorita, podría tener un problema de salud. Sin embargo, no te asustes. Nuestros pequeños amigos son susceptibles al estrés y a los cambios de humor, igual que las personas. Es importante vigilar a tu perro durante todo el día.
Dolor en la parte inferior del abdomen
Si el comportamiento de su perro no cambia, intente determinar cómo reacciona a la palpación abdominal. Con cuidado, sin provocarle agresividad, acuéstelo boca arriba y acaríciele el abdomen. Continúe acariciando con movimientos circulares y aplique una suave presión en la zona justo a la izquierda del ombligo. Si su perro aúlla o intenta morder, siente dolor, típico de una inflamación.
Dado que sus acciones pueden causar dolor, el animal podría morder. Por lo tanto, antes de palpar, coloque una cuerda suave o un bozal en el hocico del paciente.
Náuseas y vómitos
Si su mascota lleva una dieta normal, pero vomita o incluso vomita después de cada comida, esto también podría ser un signo de inflamación pancreática. Estos síntomas también son típicos de una intoxicación simple, pero si su perro está perdiendo peso rápidamente, lo mejor es consultar a un veterinario. Además, controle las heces de su perro, ya que la diarrea frecuente también puede indicar una afección subyacente.
Hinchazón
Esta es otra señal. Incluso sin dolor, el abdomen puede indicar que algo anda mal con el perro. Si está duro e hinchado, como un globo, es motivo de preocupación.
La pancreatitis en su etapa inicial es prácticamente asintomática.
La temperatura estará dentro de los límites aceptables y el apetito se mantendrá intacto. Sin embargo, la hinchazón, a menos que sea causada por comer en exceso, no debe ignorarse, especialmente si el animal presenta otro síntoma de enfermedad.
Picazón en la piel
Es normal que un perro se rasque de vez en cuando. Pero si tu mascota lo hace con frecuencia, conviene observarlo con más atención. Rascarse el cuerpo del animal puede indicar un problema de piel. Como resultado de la inflamación, el páncreas se inflama y comienza a presionar los órganos adyacentes, incluida la vesícula biliar.
Los ácidos biliares entran al torrente sanguíneo y, cuando llegan a las terminaciones nerviosas, provocan picazón y ardor desagradables.
El animal comienza a rascarse intensamente, desgarrándose la piel. Este proceso puede ir acompañado de micción frecuente y sequedad bucal.
Todos los síntomas anteriores son característicos de la pancreatitis. Si su mascota presenta al menos algunos de ellos, es muy probable que se trate de una inflamación del páncreas. Sin embargo, estos signos, ya sea individualmente o en combinación, también pueden indicar otras afecciones. Para confirmar o descartar el diagnóstico, lo mejor es consultar a un veterinario ante la primera señal de preocupación en su mascota.



